¿Qué hay debajo del asfalto que pisamos cada día? Más de 665 kilómetros de túneles que convierten el subsuelo de Alicante en un laberinto de conducciones de alcantarillado imprescindibles para la captación, el transporte y evacuación de las aguas pluviales, con un fin básico pero muy importante en una ciudad que ha sufrido numerosas riadas: evitar que episodios de lluvias torrenciales provoquen nuevas situaciones tan devastadoras para la ciudad como las inundaciones de 1997, que dejaron víctimas mortales, arrastraron coches y anegaron garajes.

Para su correcto funcionamiento es fundamental la limpieza de la red, con campañas anuales, y el mantenimiento, que se realiza de forma inteligente, según Aguas de Alicante, la empresa mixta que gestiona el alcantarillado, del que es titular el Ayuntamiento. «Tenemos planes automatizados que nos permiten un conocimiento preciso del estado de la red, supervisado con robots y cámaras de televisión en más de un 90% de su extensión», explica Luis Cutillas, técnico de Aguas, que destina a la red de alcantarillado una inversión anual de cinco millones de euros.

Casi veinte años han pasado desde aquella riada del 97, que supuso un antes y un después para las infraestructuras de la ciudad, con importantes inversiones de la Generalitat en un plan de emergencias que dotó a Alicante de grandes colectores en zonas tradicionalmente inundables como San Gabriel, el Pla, el centro, Sangueta, la Albufereta o la Playa de San Juan. A estas infraestructuras se suman obras más recientes como el depósito anticontaminación de San Gabriel, de Aguas de Alicante, que recibe el 50% del caudal de la cuenca urbana de la ciudad en caso de grandes precipitaciones y la retiene para evitar daños en el citado barrio y en el Barranco de las Ovejas; y el parque La Marjal, en la Playa de San Juan, que recibe el agua que cae en la zona baja de la avenida Pintor Pérez Gil para que no se inunde el Hoyo 1.

Con estos sistemas, la ciudad está mucho más protegida en caso de episodios de lluvias fuertes similares, según Aguas. «Entre los dos tipos de infraestructuras (colectores y depósitos de recogida de agua) estamos seguros. Son suficientes para el régimen de lluvias normal de Alicante. Se puede decir que la ciudad está preparada para evacuar el agua en cualquier momento».

Los datos que maneja Aguas revelan que desde la entrada en funcionamiento de las infraestructuras desarrolladas en el Plan de Emergencias Anti-Inundaciones la capacidad de drenaje de Alicante se ha visto incrementada en un 500%. Estas obras fueron ejecutadas por la Conselleria de Obras Públicas y el Ayuntamiento a principios de la década pasada con la construcción de grandes colectores e interceptores subterráneos de gran poder de evacuación de aguas pluviales.

La red de alcantarillado de Alicante está conformada por un 82% de colectores de carácter unitario, es decir, que recogen aguas residuales urbanas e industriales y pluviales, mientras que un 18% son conducciones estrictamente de agua de lluvia.

En cuanto a sus dimensiones, un 10% de la red es visitable, es decir, 66 kilómetros y medio, que son los túneles que tienen una altura mínima de 1,5 metros, es decir, para que pueda pasar una persona. La mayor parte de la red, es decir, 598,5 kilómetros, son no visitables (un 90%), de ahí la importancia de los robots y cámaras para controlar su estado.

En cuanto a las infraestructuras que retienen agua, el depósito anticontaminación de San Gabriel tiene dos vasos independientes con capacidad total de 60.000 metros cúbicos para recoger agua con un marcado carácter pluvial, que después se envían a la depuradora de Rincón de León de forma controlada. Y el parque inundable La Marjal puede acumular en torno a 45.000 metros cúbicos de agua estrictamente pluvial que la red de alcantarillado no puede asumir, en la zona de la Playa de San Juan.

Desde Aguas explican que los técnicos realizan estudios continuos para ejecutar obras que ayuden a mitigar los efectos de las lluvias fuertes, sobre todo en las zonas bajas de la ciudad, más proclives a sufrir acumulaciones de agua cuando llueve. A su vez, se manejan sistemas de aviso ante emergencias por lluvias con la coordinación de Aguas, el Ayuntamiento y el servicio de prevención y extinción de incendios de Alicante.