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Los expertos descartan que haya aún cura para el alzhéimer y buscan cómo frenarlo

200 investigadores debaten sobre los nuevos marcadores que permiten un diagnóstico precoz

Los expertos descartan que haya aún cura para el alzhéimer y buscan cómo frenarlo

«En un principio hablábamos de cura, luego de prevención y ahora nos planteamos retrasar cada vez más la enfermedad». Las palabras de Jesús Ávila, director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas, sintetizan en qué momento se encuentra la investigación sobre el alzhéimer. Aún no es posible hablar de cura sino de detectar cuanto antes la dolencia y retrasar la aparición de sus síntomas.

Y es en Alicante donde esta semana se están dando cita los mejores investigadores del mundo para poner en común los últimos avances que se tienen sobre la detección y tratamiento no sólo del alzhéimer, sino de otras dolencias tan prevalentes como el párkinson. La sede de la Euipo acoge desde ayer y hasta mañana viernes a 200 científicos en el IV Congreso de Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas. Una cita que ayer inauguró la reina Sofía.

Los expertos coincidieron en señalar que nos encontramos en un momento ilusionante en cuanto a investigación, tras la publicación hace unas semanas de un estudio sobre una vacuna contra el alzhéimer que ha demostrado mejoras a nivel cognitivo en humanos. La inmunización con anticuerpos generados en laboratorio es precisamente una de las vías de abordaje. «Estos ensayos parten de la idea de que una persona con cien años y una memoria intacta debe tener unos anticuerpos que le protegen», explicó el doctor Bengt Winblad en su ponencia inaugural. Anticuerpos que pueden administrarse a los pacientes.

Otra de las vías de investigación se centra en hallar marcadores presentes en la sangre o en el líquido cefalorraquídeo que permitan detectar la enfermedad antes de que dé síntomas. «El problema es que hasta ahora los tratamientos se estaban haciendo en la fase de muerte neuronal, cuando ya no hay nada que hacer. Ahora sabemos que hay que empezar mucho antes, en la fase asintomática y por tanto necesitamos marcadores muy tempranos para saber a quién tratamos», explica Jesús Ávila. Sin embargo, en este terreno, países como Suecia van con mucho adelanto respecto a España, como puso de manifiesto Winblad, quien explicó que en su hospital se realizan punciones lumbares «a todos los pacientes que nos llegan, algo muy útil para poder poner en marcha nuevos tratamientos».

El investigador sueco también habló de los últimos estudios europeos centrados en la prevención de la dolencia, controlando factores como la dieta, la hipertensión o el ejercicio. «Estos estudios han demostrado que la enfermedad tarda más en aparecer y hay una mejora en el rendimiento cognitivo». El futuro, a juicio de Winblad, pasa por combinar estos estilos de vida saludables con un tratamiento farmacológico. El científico también apuesta por diagnósticos más precisos sobre el tipo de alzhéimer que se padece «para usar terapias personalizadas».

También los científicos se están fijando en el 1% de casos de alzhéimer hereditario. «En EE UU y Colombia se están desarrollando estudios para tratar a personas con esa predisposición genética y retrasar la aparición de la enfermedad. Si se lograse se podría intentar trasladar el resultado al 99% de casos restante», explicó Ávila.

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