Ha sido visto y no visto. En apenas 24 horas se ha cerrado la primera de las nuevas aulas para niños de dos años en colegios públicos por la falta de un educador, y vuelve a abrirse esta mañana tras recibir la administración las quejas de los padres. Pero lo peor del caso es que no se ha cubierto todavía la plaza del profesional de apoyo que para todos los directores consultados que tienen este tipo de aulas es «imprescindible».

El lunes, los padres fueron informados de la imposibilidad de mantener abierta el aula con garantías para los pequeños, dado que ya se habían incorporado todos, los 18, tras el periodo de adaptación, y que con la sola educadora encargada de otra de estas aulas en el mismo colegio Mora Puchol, con 18 niños más, no era posible atenderlos.

«Se nos dice esto sabiendo que el educador falta desde el primer día de septiembre. No entendemos que cubrir un puesto que se conoce desde antes del verano resulte tan complicado», se quejan las madres. Entre ellas, Mari Cruz Cabañero, apunta que «se nos dijo desde el centro que habían reclamado el educador a diario, y que entre los maestros del otro aula y la propia directora se habían encargado de los niños, sus pañales, y todo lo demás, pero que el primer día que han tenido que atender de golpe a 26 pequeños, algunos de un año, porque ya se han incorporado todos en las dos aulas, se habían visto desbordados. Que por responsabilidad y seguridad de los niños era mejor que permanecieran en casa hasta que se nombrara al educador».

La hija de Mari Cruz y un sobrino quedaron ayer a cargo de la abuela, mientras el tío iba a recoger a hermanos mayores a otro centro. Todo un problema matizado en este caso por tener quién se quede con ellos. No es el caso de otras madres que lamentan verse obligadas a buscar una escuela privada por no contar con quien tuviera a los pequeños. «Elegí el colegio por el coste, 330 euros al mes en la guardería es mucho. Espero que no tenga que arrepentirme de no haberlos llevado de entrada a la privada», precisan.

Temen que cortar rutinas en niños tan pequeños les pase factura. Tampoco están conformes con llevarlos de cualquier forma a clase, a sabiendas de que no se ha nombrado todavía al educador.

La Conselleria de Educación explicó, por su parte, que solo falta el nombramiento del educador por Función Pública, trámite que se demora «entre 4 y 10 días».