El Gobierno tiene previsto aprobar el viernes la ampliación hasta diciembre de 2017 -el anuncio se hizo en julio pero aún no se ha formalizado-, del decreto de sequía que tendrá como gran novedad que la macrodesaladora de Torrevieja alcance una producción de agua de 80 hm3 al año (actualmente unos treinta) para poder así completar el suministro de agua que necesita el sector agrícola de la provincia, y que ahora mismo no garantiza el Tajo-Segura. Una decisión que no ha caído nada bien entre el sector del regadío de Alicante debido a que, pese a que el caudal será subvencionado y se pagará entre 0,30 y 0,40 euros el metro cúbico, seguirá siendo casi cuatro veces más cara que la del trasvase, por lo que los costes de producción se van a duplicar, y la hora de riego pasará de los 50 euros actuales a 100 euros, según denunció ayer Ángel Urbina, presidente de la Sociedad de Transformación Agraria San Enrique.
Curiosamente, el paso adelante dado por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, responde a la reclamación del Consell a primeros de mes, algo que ha terminado por descolocar a los regantes del Tajo-Segura. «La Generalitat apoya la hoja de ruta que marcaron Rodríguez-Zapatero y Narbona pero no nos esperábamos esta reacción del Gobierno», subrayó Urbina, cuya opinión sobre el agua desalinizada coincide con la de los dirigentes del Acueducto Tajo-Segura. «El agua de las desaladoras sólo sirve en casos puntuales y siempre mezclada con el caudal del río porque de no ser así no se puede utilizar», subrayaron fuentes del sindicato de regantes.
El Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante reiteró, por su parte, que la solución a los problemas hídricos de la provincia pasa por reordenar los recursos del Tajo. «El seguidismo que está haciendo el Gobierno de las políticas hidrológicas es muy grave. El Tajo-Segura es tan importante o más que el Corredor Mediterráneo. El memorandum en vigor partió de una falacia técnica como fue elevar en 80 hm3 al año la reserva de agua para abastecer a Madrid, Toledo y el corredor del río Henares donde se calculó un aumento de la población que no se ha producido», subrayó ayer Antonio Rico, director del instituto. «Ese caudal tiene que volver a ser para Alicante y Murcia, por lo que la única solución es que el abastecimiento de esas zonas se haga desde el Tajo Medio y no desde Entrepeñas y Buendía, donde es cierto que los periodos de sequía coinciden con los de Alicante. Si no se hace así, el trasvase tiene los días contados».
