El sólo dato de una participación en votos sobre la jornada continua escolar, que ha superado el 70% entre las familias de los colegios de Alicante, da idea del impulso por un cambio social y educativo en toda la Comunidad empujado desde la provincia y plasmado ayer en las urnas escolares de forma masiva.

En más de la mitad de los centros autorizados a votar el resultado ha sido afirmativo, a expensas de que hoy se den a conocer los resultados oficiales por la Conselleria de Educación. En el entorno de las urnas concluían que cuantos se oponen al cambio del horario escolar no tenían por qué acercarse a votar, porque la ausencia se asimilaba al «no» y una participación amplia daba por seguro el «sí».

Apenas 37 centros de Valencia y otros 14 de Castellón, frente a los 264 de Alicante, se han implicado en un cambio de jornada escolar que se hará efectiva en el plazo de quince días para cuantos hayan superado la franja del 55% de votos afirmativos sobre el censo total.

El propio secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, avanzaba ayer a INFORMACIÓN que la conselleria va a analizar la «gran diferencia de porcentaje» de implicación entre Alicante y el resto de provincias. «Requiere un estudio, porque la climatología o la población laboral pueden explicar una parte, pero no todo», subrayó. No obstante, el responsable educativo puso el acento en la capacidad de elección que se ha dado «a cada uno de los centros».

Y así lo han planteado dos de cada tres colegios en la provincia. Todos ellos han cumplido los requisitos exigidos por Educación con un proyecto innovador de plan educativo entre las 9:00 y las 14:00 horas, además del comedor escolar hasta las 15:30 horas y actividades extraescolares gratuitas hasta las 17:00 horas de la tarde, poniendo ayer en manos de los padres un cambio de horario escolar que, a un tiempo, conllevará cambios también sociológicos en el entorno conforme pase el tiempo, tal y como aseguran representantes de los directores de los colegios de Primaria. «En un par de años Valencia y Castellón se sumarán aunque el caldo de cultivo haya partido de Alicante» sostiene Miguel Andreu, miembro de la asociación provincial de directores y portavoz en el Consejo Escolar de Alicante.

Consecuencias

Andreu abunda que «el cambio sociológico que se avecina en realidad lo pide la sociedad, como demuestra el grado de participación en las votaciones de la jornada escolar».

La provincia, puntualiza, «va a experimentar una modificación no tanto de costumbres como de ritmos de vida. Los niños acudirán a otro tipo de actividades de forma más relajada, podrán compaginar clubes deportivos y conservatorios de danza y música, y la disponibilidad de horario de sus padres también será mayor, lo que sin duda repercutirá en el comercio y las consultas médicas. Se va a modificar el engranaje socio-familiar». Y todo ello desde el próximo 1 de octubre.

«Cuando casi 300 colegios de los 380 públicos que hay en la provincia deciden que el tiempo lectivo acabe a las dos de la tarde, es porque se considera que beneficia a los alumnos en su rendimiento y convivencia escolar. Los padres tendrán más opciones para conciliar su jornada laboral al poder recoger a los niños a las 14:00 horas, a las 15:30 horas o las 17:00 horas», añade Ginés Pérez.

«En la vida social también va a influir -coincide-, especialmente en las localidades en las que se ha implicado el Ayuntamiento con las actividades extraescolares, como pasa en El Campello. Todo apunta a una reestructuración global», sopesa.