Los servicios de limpieza y recogida de residuos se llevan un buen bocado de los presupuestos de los municipios de la provincia y aunque la diferencia en el coste oscila significativamente, entre los 4.000 euros por hora en Alicante y los 168 euros a la hora de Villena, hay un factor común: la insatisfacción con el servicio. La maquinaria obsoleta de las empresas, la dispersión de las viviendas, el aumento de población en zonas turísticas y los recortes son algunas de las cuestiones que hacen que estos servicios se revelen insuficientes en muchos municipios y, sobre todo, en verano. Pero no son lo único. Las conductas incívicas de algunos ciudadanos, como tirar la basura a deshoras o fuera del contenedor, contribuyen a la percepción de suciedad que tienen vecinos y turistas. La falta de lluvia y la escasez de los baldeos tampoco ayudan.
A menudo, estas grandes contratas de limpieza y recogida de residuos no sólo están en entredicho por las quejas ciudadanas en cuanto al servicio, también por las polémicas que suscitan o por las sospechas de corrupción. La Vega Baja ha protagonizado en los últimos años la relación entre corrupción y basuras. Los exalcaldes de Orihuela Mónica Lorente y José Manuel Medina están pendientes de saber si se sentarán en el banquillo por presuntas irregularidades en la adjudicación mientras el exalcalde de Torrevieja Pedro Ángel Hernández Mateo fue condenado a tres años de cárcel, que ya ha cumplido, por amañar la adjudicación en su municipio. Hay otro episodio, pendiente de la apertura de juicio oral, que afectó a la propia Diputación Provincial de Alicante y, entre otros, al que fue su presidente, José Joaquín Ripoll, y a algunos de los principales empresarios de este negocio, como Enrique Ortiz o Ángel Fenoll, por la adjudicación del Plan Zonal que debería haber dado solución hace nueve años a la eliminación de 247.000 toneladas de basura de la Vega Baja.
Se trata de contratos en los que no suele faltar la polémica. En Alicante, por ejemplo, los grupos de la oposición en el anterior mandato criticaron que una sola empresa (una UTE participada, entre otros, por Enrique Ortiz) optara en 2013 al mayor contrato municipal para los siguientes doce años ocho más cuatro de prórroga y por un importe de 435 millones (36,4 millones en 2016). Desde EU calificaron entonces el pliego como «un traje a medida» y desde el PSOE lo recurrieron ante el juzgado, que acabó archivando el recurso.
Las contratas de limpieza y recogida de residuos se adjudican normalmente en bloque, pero no deja de ser llamativo que, dependiendo del municipio, tenga más o menor peso el capítulo dedicado a la limpieza de la ciudad. En Alicante, por ejemplo, la limpieza tiene un menor peso (16,5 millones al año) que la recogida y tratamiento de residuos (19,9 millones al año). Al contrario ocurre, por ejemplo, en municipios como Elche y Benidorm.
Teniendo en cuenta que los ayuntamientos pagan por tener limpia la ciudad los 365 días del año y durante las 24 horas, hay municipios que, como Alicante, llegan a pagar 4.152 euros por hora por la limpieza y recogida de residuos. Le siguen Elche (2.899 euros por hora); Torrevieja (1.826 euros); Benidorm (1.164 euros); y Orihuela (1.061 euros). En el otro extremo están Villena (168 euros por hora); Elda (458 euros); San Vicente del Raspeig (490 euros); y Alcoy (525 euros).
En el caso de Alicante, es el municipio más poblado, que no el más extenso, y el que más paga por la limpieza y la gestión de la basura (36,4 millones al año). En cuanto al coste por habitante, los 109 euros de la capital se encuentran por debajo de los 180 euros por habitante y año de Torrevieja donde, sin embargo, hay una gran población flotante todo el año que no está contabilizada y a la que también debe prestarse servicio. Algo que también se da en Benidorm (con 141,3 euros por habitante censado al año). Entre los municipios que superan los cien euros de coste por habitante se encuentran también Orihuela (112,5 euros) y Elche (111,7 euros). En el otro extremo están los 42 euros de media de Villena.
El denominador común, se pague más o se pague menos, es la insatisfacción ciudadana, sobre todo en verano y en zonas turísticas. Un ejemplo, es el que se ha dado en Alicante. El propio alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, lamentaba que el servicio (adjudicado por el PP en 2013 con recortes) costara 4.000 euros a la hora sin que la ciudad «tenga los servicios adecuados». Esta temporada estival, las deficiencias en limpieza han sido más que evidentes en zonas turísticas como el Casco Antiguo, donde la basura se acumulaba dentro y fuera de los contenedores y los turistas llegaron a denunciar en páginas de reservas hoteleras la presencia de ratas. Una situación ante la que el grupo Ciudadanos pedirá la reprobación y dimisión del edil de Limpieza en el pleno.
En Elche, el grado de satisfacción es «medio-bajo». Los vecinos valoran que el centro esté más limpio, pero el gran problema está en los barrios y las pedanías. En Torrevieja las quejas por falta de limpieza son las más numerosas en el Ayuntamiento, sobre todo referentes a barrios y urbanizaciones. La falta de baldeos es otro de los problemas en Torrevieja, donde el servicio se presta sin contrata desde junio. La maquinaria obsoleta es una importante deficiencia, que también se da en Orihuela. En Benidorm, el servicio se revela deficitario teniendo en cuenta que la población real, debido a la afluencia de turistas durante todo el año, es prácticamente el doble de la censada. En Alcoy, las quejas por la limpieza son recurrentes, al igual que en Villena o Elda, donde los recortes en el año 2012 redujeron la frecuencia de los baldeos. En Ibi, los problemas más importantes son los actos incívicos.
