El profesor de Urbanismo de la Universidad de Alicante Armando Ortuño considera que en la provincia «no somos los más avanzados» en cuanto a la gestión de la limpieza y la recogida de residuos. Al respecto, aboga por medidas como «sistemas de recogida puerta a puerta y por el pago de tasas en función de la basura que se genera» como, asegura, se está implantando en municipios de Cataluña o el País Vasco. «El incentivo por reciclar» sería, en su opinión, otra fórmula para «reducir la generación de residuos y, por tanto, ahorrar costes».
En cuanto a la limpieza, considera que la «concienciación ciudadana» es clave para evitar conductas incívicas que generan sensación de suciedad, como es el hecho de tirar la basura a deshoras. Ortuño destaca que «en teoría, en los municipios más compactos el coste de la limpieza por habitante debería ser menor que en aquellos en los que la población está más dispersa». Por ejemplo, indica, en Orihuela el municipio con mayor superficie está el casco urbano y la zona de la costa «y eso encarece el servicio». Destaca que en las zonas con menor densidad de población, como son las de urbanizaciones o partidas, «el servicio ha empeorado».
Otro de los factores que influye en materia de limpieza es la población flotante y «la estacionalidad del turismo en toda la provincia» , puesto que «es muy difícil que un servicio se adapte» a un aumento significativo de población durante el verano y empeora la limpieza. «Los servicios no se pueden dimensionar para un mes, porque el resto del año los recursos estarían ociosos y el coste sería muy alto», opina. Ortuño destaca que, demás, en la provincia hay un importante hándicap en materia de limpieza que es la falta de lluvia.
