«Cada vez que voy, mi hermano lleva arañazos, golpes y varias brechas en la ceja. Cada vez que voy, sin excepción, también tiene una notable falta de higiene y tristeza, e incluso a veces está ausente y desorientado». Éste es un extracto del escrito que un familiar de un interno en el Centro de Atención a Minusválidos Psíquicos de Santa Faz de Alicante ha presentado recientemente ante la Conselleria de Políticas Inclusivas, titular de la instalación pública.
En el escrito, registrado a principios de este mes de septiembre, el denunciante también critica directamente a la dirección del centro. «He intentado en varias ocasiones hablar con la directora y me ha dado la espalda», sostiene el denunciante, quien añade que la situación personal de su hermano, de 34 años, ha empeorado tras el cambio al frente del centro ubicado en el Cabo de las Huertas. «Ruego estudie esta situación con el fin de restablecer el excelente funcionamiento que precedía a la actual dirección», se recoge en el escrito presentado ante la Conselleria dirigida por Mónica Oltra, en el que se especifica que a esa denuncia se «suman familiares de internos y trabajadores del centro, dispuestos a dar su versión». Eso sí, matiza que, «ante el miedo a represalias, éstos prefieren mantenerse al margen por si el escrito no prospera».
En el escrito también se explica que la tutora legal del interno es la madre del denunciante. «Ella no muestra ningún interés por la nueva y desagradable situación del centro», asegura en el documento, en el que señala que dispone de «fotos y documentación» que aportaría si las requiere la administración autonómica, titular del centro de atención a minusválidos en el que lleva interno su familiar desde hace 16 años.
Un mes y medio antes de registrar la queja en la Conselleria de Políticas Inclusivas, el denunciante acudió a Fiscalía para dar a conocer la situación que atraviesa su hermano, fruto -a su juicio- de la falta de atención del centro, en el que asegura que faltan trabajadores- y de la tutora legal del interno. En ese texto se explica que cuando va a visitar a su hermano, con una frecuencia aproximada de una vez a la semana, «lo encuentra sin asear y con golpes», que el denunciante sospecha -por informaciones que asegura haber recabado de empleados del centro- que proceden de otro interno, también con discapacidad.
Desde la Conselleria de Políticas Inclusivas e Igualdad admiten que la denuncia está en manos de Fiscalía, a la vez que sostienen que la tutora legal del interno nunca ha efectuado ninguna queja por la atención a su hijo por parte de los trabajadores del centro.
