La Cátedra Vectalia Movilidad de la Universidad de Alicante acoge el lunes (150 personas se han inscrito) la jornada «La planificación de la movilidad en las ciudades inteligentes». Un encuentro que se celebra en el Aulario 2 del campus de San Vicente del Raspeig. Los asistentes podrán escuchar a expertos venidos no sólo desde distintos puntos de España, sino también de otros países como Francia. Entre ellos, Enrique Martín, considerado un «gurú» en todo lo relacionado con las «smarts cities».
¿Considera que Alicante está preparada, como ciudad que quiere ser inteligente, para adaptar las nuevas tecnologías al transporte urbano?
El tráfico y el mundo del automóvil se encuentran entre los sectores más afectados por el cambio tecnológico. Intuimos, con razonable claridad, algunas tendencias; otras, apenas son una figura en la niebla. ¿Qué implicaciones tendrá, por ejemplo, el coche sin conductor? No solo hay que estar preparado, hay que estar listo y serlo. Alicante ha demostrado tener un proyecto de alta calidad y lo ha demostrado compitiendo con proyectos de toda España. Ha sido el mejor proyecto de la convocatoria de Red.es y servirá para planificar mejor los transportes públicos, reducir la contaminación y los tiempos de atasco.
El no contar con un carril específico para la circulación del autobús ¿es un inconveniente?
Lo importante no es qué tenemos o qué no tenemos. Confrontar soluciones parciales no sirve de mucho. La verdadera pregunta es qué queremos hacer con el tráfico. Se trata de ser más ambiciosos y dar una solución más global. La tecnología nos ayuda a dar una respuesta informada y no centrada en el qué, ni en el cómo, sino en el para qué. Alicante, que ha sido siempre una ciudad de oportunidades y de gente emprendedora, encontrará la mejor respuesta.
¿Qué se entiende como transporte inteligente?
Permítame empezar con un dato. La congestión del tráfico tiene un coste económico que puede alcanzar entre el 1% y el 3% del PIB tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. La eficacia del sistema de transporte es esencial para la competitividad y el crecimiento. Dicho esto, recordar que los inteligentes somos nosotros, no los semáforos. Las tecnologías nos permiten muchas cosas, pero no sustituyen a las personas. El modelo es una decisión que, consciente o inconscientemente, decidimos cada uno de nosotros al tomar decisiones: Caminar, tomar un taxi, coger el autobús, ir en moto? Son opciones que nos acompañan pero podemos revertir esas situaciones y la tecnología sirve para ello.
¿Son compatibles líneas de transporte urbano y tranvía?
Cada uno juega su papel atendiendo a diferentes tipos de demanda. Intentar reemplazar uno por otro hace que todos funcionen mal. El tranvía es un medio de proximidad de mayor capacidad que el autobús, pero menor que el metro. Es ideal para grandes ejes donde, en muchas ocasiones, los autobuses están al límite de su capacidad. Un tranvía tiene la capacidad de tres autobuses (e incluso de seis, si viaja en doble composición), ganando en comodidad y velocidad. Ambos medios deben trabajar de forma cooperativa y no competitiva.
¿Cuáles son las claves para que el servicio de transporte urbano sea efectivo frente al vehículo privado?
La expansión de las ciudades ha favorecido las zonas urbanas dedicadas a un solo uso (residencia o trabajo) lo que cambia los patrones de movilidad. Se alargan las distancias y eso lleva a muchas personas a optar por el transporte privado. Tomamos la decisión en ese contexto y terminamos contaminando y con una ocupación media de 1,3 personas por coche. Existe una presunción respecto a la poca efectividad del transporte urbano que no siempre está demostrada. Los ayuntamientos están preocupados por este problema y estoy seguro que intentan hacerlo bien.
¿Y aquí entra la tecnología?
Lo que permite la tecnología es tener datos reales y continuos del problema. Lanzar un debate público sustentado en datos: tiempo que cada alicantino pierde, la contaminación que genera, el gasto en vehículos? Con todo esto se pueden tomar mejores decisiones y planificar mucho mejor los servicios. Debemos asumir nuestra parte de responsabilidad; el tráfico lo generan las personas y sin ellas nada se podrá mejorar.
La planificación de la movilidad en las ciudades inteligentes es el título de jornada. ¿De qué hablamos?
Deberíamos considerar cuatro elementos. Infraestructura física: calles, vías de ferrocarril, carriles de diverso tipo, tecnología operativa que recoge los datos y nos permite saber con certeza qué usos le damos a la infraestructura (grado de ocupación, horas, tipos de vehículo, origen y destino, paradas..). Tecnología de las comunicaciones, que permite la transmisión de datos en tiempo real y una tecnología de inteligencia para explotar estos datos generando modelos de simulación para, por ejemplo, modelizar qué hacer con el tráfico cuando llueve, cuando hay un partido. Una de las novedades de los próximos años es que 5G colocará parte de la inteligencia en la red. Será tal el número de datos que pasaremos de gestionar en la «nube» a gestionar en la «niebla».
