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Un camino de agujeros y tierra en Babel

Los propietarios de negocios del polígono critican el estado de la calle Rosa de los Vientos

Un camino de agujeros y tierra en Babel

Los conductores tienen que hacer malabares al volante para evitar que los vehículos sean víctimas de los grandes agujeros existentes en el pavimento de la calle Rosa de los Vientos, situada en el Polígono de Babel. Sin embargo, no siempre es posible, según relata el propietario de uno de los negocios instalados en una nave industrial de la zona. «Los coches pasan rozando los agujeros, pero hemos llegado a tener que ayudar a un conductor cuyo vehículo se atascó en uno de los agujeros», asegura Miguel Ferrer, propietario de uno de los negocios que existen en un punto del polígono, según subraya, frecuentada por coches, furgonetas e incluso camiones de gran tonelaje.

Propietarios de negocios del Polígono de Babel, situado a espaldas del centro comercial Puerta de Alicante, denuncian la pasividad de la administración ante la existencia de importantes agujeros en el asfalto de una de las vías más transitadas de una zona con negocios relacionados con el tránsito de vehículos. Y es que en ese punto del Polígono de Babel cada día abren sus puertas, entre otros, un taller de coches, una empresa de alquiler de furgonetas, un negocio de construcción -al que acuden camiones de gran tonelaje- o un conocido restaurante, habitual de ceremonias.

En la citada calle de Rosa de los Vientos se pueden observar hasta seis grandes agujeros. Bajo ellos, para más preocupación de los afectados, pasa la vía del tren que recorre el Cercanías que une Alicante con Elche, la Vega Baja y Murcia.

Pero las críticas de los afectados no se quedan en la existencia de los grandes agujeros en el asfalto, sino que también reprochan que el Ayuntamiento no asfalte una vía tan transitada, y por la que tienen que pasar los usuarios de un restaurante especializado en banquetes. «Se ha ido al Ayuntamiento repetidamente, durante años, para exponer los problemas que tenemos en la calle Rosa de los Vientos... Pero la gente ya está cansada de remitir escritos y que no sirvan para absolutamente nada», añade uno de los afectados. Las críticas también llegan desde un taller de coches. «Tengo que lavar los vehículos antes de entregarlos de nuevo al propietario. El estado de la calle me da especial vergüenza cuando vienen vehículos de alta gama», subraya el responsable de un taller de la zona.

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