Los colegios en los que las AMPA se han implicado más en la consecución de la jornada continua ya han superado a estas horas el 55% de participación en las urnas.

El voto diferido días anteriores había superado el 30% de participación, y esta mañana, a primera hora, miles de padres han expresado también su voluntad al respecto aprovechando que llevaban a los hijos a clase, entre la ilusión y la incertidumbre, como han comentado a este diario.

La Conseleria de Educación ha remitido un comunicado a los centros instándoles a remitir por el programa informático los resultados definitivos antes de las 9 de la noche, con el objetivo de disponer cuanto antes de los datos y poder tramitar las autorizaciones correspondientes del cambio de horario, que no llegarán, no osbtante, hasta la semana que viene a los colegios según han informado fuetnes de la conselleria en una nota informativa.

Más de 180.000 padres de la provincia están llamados hoy a votar en 256 colegios que han presentado proyectos educativos para cambiar el horario escolar. Sólo 8 centros de Sant Joan e Ibi se han adelantado y han optado ya por la jornada continua.

Son los padres, siempre que alcancen el 55% de los votos afirmativos de todo el censo de cada centro, quienes decidirán en el resto de colegios autorizados si a partir del 1 de octubre los niños acaban las clases a las 14:00 horas o a las 17:00 como actualmente.

Entre los pocos que no han obtenido la autorización previa de Educación, padres del colegio José Garnero de Santa Pola protestan mañana por verse excluidos de la votación. También en el Reyes Católicos de Guardamar están molestos porque son los únicos de la población que no votarán.

La jornada electoral no estará, por tanto, exenta de protestas. Entre los partidarios de mantener la jornada partida presentaron ayer, a su vez, ante el Síndic de Greuges y la dirección del colegio Voramar de Alicante, la petición de impugnar el censo electoral «por contener nombres distintos con el mismo carne de identidad, lo que supone un auténtico fraude», como indica textualmente la reclamación.

La postura de cuantos se oponen a cambiar de jornada fue una de las muchas cuestiones que abordó en el chat organizado por el diario INFORMACIÓN la presidenta de la Plataforma por la libre elección de jornada, Asunción Bañón, a preguntas de los lectores. «Los cambios dan miedo y generan incertidumbre -explicó- pero el resultado no es irreversible, a los 3 años se podrá cambiar».

Entre los que defienden el no a la jornada continua escolar, no hubo quien se ofreciera a realizar otro chat al mismo tiempo, tal y como ofreció el diario. Pero sí apuntaron sus posturas particulares: «Yo no quiero que se cambie de horario por los niños. Expertos pediatras y psicopedagogos señalan que provoca sedentarismo y que dosificar los tiempos permite acumular la información y aprender», como expresa María Peral, desde El Palmeral de Elche.

Yolanda Rubio, del Gabriel Miró de Alicante, añade la «indefensión» que padecen los que no quieren el cambio. Afirma que el colegio no le ha facilitado el proyecto de jornada tal y como ha solicitado reiteradamente, pero que por contra en la web cuelga «únicamente las ventajas del cambio, sin acreditarlas por profesionales. Es una información parcial y subjetiva», lamenta.

Bañón, por contra, animó al voto porque «nos ha costado mucho conseguir este derecho a elegir», e incluso recomienda a los indecisos que voten «sí, para dar la oportunidad a los que quieren cambiar». Entre estos últimos, Raúl Puertas, del Princesa de Asturias de Elche, cree que es lo mejor para sus hijos porque irán al colegio «con mejor ánimo y menos cansados». Esmeralda Martínez, del Virgen del Rosario de Albatera, también opina que mejorará la calidad de vida de sus hijos y el resultado académico. «El comedor seguirá, hay mayoría de niños becados, pero el que quiera se irá antes a casa», aventura.