­La Agencia Estatal de Meteorología prevé para hoy, miércoles, cielo nuboso o cubierto con lluvias en la mayor parte de la península, salvo en el sureste y Baleares, y un descalabro de las temperaturas, más acusado en la vertiente atlántica y el sur de España. Los cielos se cubrirán de oeste a este con posibilidad de tormentas muy fuertes en el País Vasco, Navarra, área pirenaica, Cataluña y Valencia, fuertes en el extremo norte peninsular, tercio occidental, Sistema Ibérico y área mediterránea oriental y tenderán a remitir por el suroeste peninsular.

Una vez más, la coyuntura meteorológica para unos es una bendición (agricultores) y otros una maldición (hosteleros) dejará a la provincia de Alicante sin las necesarias lluvias ni la bajada de temperaturas, que sí pueden ser de hasta diez grados en «hornos» como Sevilla, donde ayer llovió. Y es que al ser un temporal atlántico, Alicante apenas se notará como suele ser habitual.

Borrasca debilitada

«Al tratarse de una situación de poniente (borrasca desde el Atlántico) ocurre como siempre. Al sureste apenas le llegan sus efectos. No llueve ni bajan las temperaturas. Lo único que podría desarrollarse es alguna tormenta estos próximos días en las comarcas del interior. Pero en el resto, ni nos vamos a enterar del cambio de tiempo que están registrando en el resto de España», explicó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Paradójicamente, la Comunidad Valenciana en general y la provincia de Alicante en particular despidieron hace dos semanas el mes de agosto más «fresco» de los últimos 30 años con una temperatura media de 26 grados, un grado menos de lo normal según la Agencia Estatal de Meteorología, y a pesar, incluso, de que el día 4 Villena alcanzara los 40 grados de máxima. A partir de ahí, los expertos justifican la bonanza de agosto (Morella en Castellón llegó a registrar hasta mínimas de 5 grados), en la falta de circulaciones de poniente, el viento seco y cálido que llega a disparar las temperaturas máximas.

Otra de las características de agosto fue la ya estructural falta de lluvias. No es un mes pluviométricamente generoso, pero en el tercer año consecutivo de sequía, en municipios como Alicante apenas se recogió un litro por metro cuadrado de lluvia y en Torrevieja, Orihuela y Elda, por ejemplo, no cayó ni una gota.

Desde el 1 de octubre del año pasado, el déficit de precipitación en la Comunidad Valenciana alcanza el 40%. Todo el territorio está en déficit pluviométrico en los últimos 11 meses, aunque es más acusado en el litoral, y en el sur de Valencia y norte de Alicante, donde en muchas localidades no ha llovido ni la mitad de lo que suele ser normal.

Las temperaturas mínimas se han mantenido en las últimas horas en valores altos en la franja litoral de la Comunidad Valenciana, por encima de los 20 grados, aunque en el interior se han registrado valores más frescos, como los 15 grados medidos en Utiel. Las temperaturas mínimas más destacadas ayer en la provincia de Castellón fueron los 16 grados de Segorbe, los 17 de Castellfort, los 19 de Vinarós y los 21 grados de la capital de La Plana. En la provincia de Alicante fueron los 19 grados de de Xàbia, los 20 de la ciudad de Alicante, los 21 del aeropuerto del Altet y los 23 grados de Pinoso. Verano.

Sin embargo, la provincia de Castellón y el interior norte de Valencia estaban ayer en alerta amarilla, por riesgo de chubascos y tormentas que podían ser, incluso, localmente fuertes.