La entrada de brisa marina con algo más de humedad permitió ayer que los termómetros de la provincia se relajaran con bajadas térmicas de hasta 9 grados como en Orihuela, donde en un día la máxima (44 grados el lunes) cayó hasta los 35 que marcaba el termómetro a las cuatro de la tarde. El sol volvió a calentar pero con menos intensidad en una tónica que continuará durante el resto de la semana con máximas en torno a los 31 grados, más propios de los primeros días de septiembre en los que el verano sigue apretando. Con todo, todas las localidades alicantinas superaron la barrera de los 30 grados y las noches seguirán siendo cálidas y pegajosas debido a la humedad. En cuanto a la zona de los incendios (Bolulla) la previsión es la misma y lo único positivo es que las rachas de viento serán flojas, en torno a los 10/15 kilómetros hora, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología.

Alicante tuvo el lunes una máxima de 39,8 grados centígrados, la más alta desde que el 3 de septiembre de 1999 registrara 37,6 grados, algo que los meteorólogos consideran como una situación excepcional.

Sanidad recomienda no exponerse al sol entre las 12 y las seis de la tarde, beber agua y zumos de fruta ligeramente fríos, evitar comidas copiosas, no abusar de las bebidas alcohólicas ni con cafeína, permanecer a la sombra y en espacios ventilados o acondicionados, usar ropa ligera y holgada. Se recomienda también tener especial cuidado y vigilancia de la población más vulnerable a las altas temperaturas como pueden ser los mayores, niños y enfermos crónicos.