Ni las campañas de concienciación social, ni la pérdida de puntos del carné, ni las funestas consecuencias que puede acarrear. La Guardia Civil y los distintos cuerpos de seguridad de la provincia sorprenden todos los días a una media de ocho conductores que van al volante bajo los efectos del alcohol o las drogas. Así consta en la Memoria 2016 de la Fiscalía General del Estado, publicada esta semana y que recoge datos de 2015. Las cifras no dejan lugar a la duda. Lejos de disminuir, el guarismo de ciudadanos que van ebrios o drogados en sus vehículos o motos volvió a consolidarse con fuerza el pasado año.

En total, las fuerzas de seguridad «cazaron» a 3.042 personas por sobrepasar los límites máximos de alcohol en sangre o por ir directamente drogadas al volante, tal y como consta en la Memoria de la Fiscalía. Esta cifra es superior a la que ha venido registrándose durante los últimos años y sitúa a Alicante como la cuarta provincia española con más casos en toda España. Sólo le superan Madrid, Barcelona y Valencia. Todas, por cierto, con más población.

Pero, ¿qué medidas conlleva sobrepasar los límites permitidos de alcohol en sangre o conducir drogado? La leyes son muy claras. En primer lugar, conducir ebrio se considera un delito a partir de una tasa de alcohol superior a 0,60 mg/l de aire espirado (1,2 g/l en sangre) y conlleva un castigo de tres a seis meses de prisión o una multa de seis a 12 meses, amén de trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días. Y además acarrea la pérdida de seis puntos del carné de conducir. Justo, los mismos que se detraen en caso de ser cazados drogados. En este último caso la sanción económica además alcanza los 1.000 euros, independientemente de la cantidad de estupefacientes que se haya consumido.

Pese a todo ello, la Memoria de la Fiscalía General del Estado refleja que ni uno solo de los conductores sorprendidos en la carretera bajo los efectos del alcohol o las drogas terminaron ingresando en prisión. Y eso, que la normativa sí lo contempla, aunque para casos excepcionales. Los juzgados de la provincia tampoco dictaron ninguna medida de cárcel para los 1.179 ciudadanos «cazados» el pasado año por conducir sin permiso, para los 133 sancionados por conducción temeraria, ni para los tres que cometieron un delito de conducción con desprecio para la vida.