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Mucho más que basura en Fontcalent

La mitad de lo que yace en los contenedores acaba reciclado en el «mercado»

Mucho más que basura en Fontcalent

Convertir un desafío en una solución. El Centro de Tratamiento de Residuos de Alicante (CETRA) devuelve al «mercado» la mitad de todo lo que yace en la basura. Desde restos orgánicos hasta los residuos de la poda de parques y la construcción, pasando por el aluminio, cartón, madera, electrodomésticos, elementos férricos o plástico, todos los residuos que acaban en la compleja y avanzada planta de Fontcalent son sometidos a diferentes procesos de reciclaje con el objetivo de reducir el impacto y la huella ambiental de los casi 338.940 habitantes censados en la ciudad en 2015.

El CETRA fue capaz de transformar casi el 50% de las 240.000 toneladas de residuos sólidos que recibió el pasado año en materiales reciclados, productos elaborados o energías renovables. Lo que en principio no sirve, todo lo que llega al CETRA procedente de los contenedores o a través de la recogida domiciliaria, acaba transformado en multitud de productos de uso industrial y doméstico, entre los que destaca sobremanera la generación de biogás. Y es que una vez transformado en electricidad y volcado a la red, se traduce en energía verde para satisfacer el consumo anual de todo un barrio como el Cabo de las Huertas.

Inaugurado en 2008 y sometido desde entonces a constantes mejoras, el CETRA cuenta con hasta seis plantas diferenciadas para aprovechar al máximo todos los residuos generados diariamente en el municipio. La instalación está formada por una planta de valorización de residuos urbanos, en la que a través de procesos de triaje, biometanización y compostaje se obtienen materiales recuperables seleccionados para la industria del reciclaje, biogás para su posterior aprovechamiento energético y compost para su aplicación agrícola, minimizando al máximo la cantidad de material de rechazo no aprovechable. A ella se suma una planta de aprovechamiento energético en la que se procesa el biogás generado en el proceso de biometanización y el captado en la red de desgasificación del depósito para producir energía eléctrica.

El Centro de Tratamiento de Residuos de Alicante dispone también de un depósito controlado de rechazos, en el cual se procede a la deposición del mismo de forma controlada y con el menor impacto posible sobre el medio ambiente. Además, cuenta con una planta de selección y almacenamiento de residuos voluminosos provenientes de la recogida de enseres y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos; una planta de valorización de poda vegetal, en la que tras el proceso de compostaje se produce compost apto para la agricultura ecológica; y una planta de aprovechamiento de residuos procedentes de la construcción y la demolición donde se separan en diferentes fracciones los residuos para su uso posterior. El objetivo no es otro que optimizar la gestión y el aprovechamiento de los residuos que acaban en sus instalaciones, minimizando al máximo el impacto ambiental durante sus procesos de tratamiento.

Diseñada para recibir entre 430 y 570 toneladas diarias de residuos, dependiendo de si se trabaja en tres o cuatro turnos diarios, el CETRA separa y embala para ceder a los gestores de residuos autorizados la «riqueza» oculta en la basura: cartón, materiales férricos, cajas y bidones, aluminio, plástico, compost vegetal y de residuos domiciliarios, escombros, voluminosos (muebles, sillas, palés, etc.), residuos eléctricos y electrónicos, y biogás.

Energía para 15.000 personas

La planta de aprovechamiento energético procesa el biogás generado en el proceso de biometanización y el captado en la red de desgasificación del depósito para producir energía verde. El biogás producido en el digestor y almacenado en el gasómetro es conducido hasta los tres motores de la central de aprovechamiento y de la instalación transformadora para su posterior volcado a la red.

Estos tres motores producen hasta 3,4 Mw de energía eléctrica a la hora, aunque el CETRA sólo puede volcar a la red 2,1 Mw. Esta cantidad equivale al consumo eléctrico medio de una persona a lo largo de todo un año o, lo que es lo mismo, al gasto energético medio de 15.000 personas, la población del Cabo de las Huertas, durante un año.

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