La tasa de abandono de los estudiantesen las universidades públicas de la Comunidad ha aumentado en tres puntos los últimos cinco años, de un 14,7% a un 17,2%, como muestra el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, CyD, cuyo patronato preside Ana Patricia Botín y que analiza periódicamente el comportamiento de los centos de educación superior.

Entre el conjunto de las universidades españolas el abandono universitario, estudiantes que no acaban la carrera, las de la Comunidad están en la mitad de la tabla. Los expertos achacan el aumento al precio de las tasas y a la reducción de las becas en el periodo 2010-2015 el peor de la crisis.

El documento también señala que "los recursos puestos a disposición de las universidades siguen descendiendo" y que se mantienen "lejos" de los que destinan los centros europeos y de la OCDE.

"Cuando empezó la política de reducción de transferencias públicas a la universidad", -según estos expertos-, el descenso de ingresos en las universidades públicas españolas ha sido del 17,9%, la plantilla de personal docente e investigador cayó un 6,6 % y el número de alumnos ha bajado en 100.000 desde el curso 2011-12 al 2014-15.

En concreto en la Comunidad el coste de las tasas subió hasta un 23% en estos años, a excepción del último en que se congelaron los precios, hasta la fecha.

El informe concluye que el impacto de la crisis "ha sido y es tan notable y prolongado, que muy pronto se podría hablar seguramente de una "década perdida" del sistema universitario español".

El estudio "La contribución de las universidades españolas al desarrollo 2015", presentado hoy, concluye que es tan importante dotar a los campus de más recursos como conferirles la autonomía necesaria para sus retos.

El vicepresidente de la Fundación, Francesc Solé, reconoce que las universidades han superado la crisis con un "esfuerzo digno de resaltar" a pesar de sus "limitaciones" pero avisa de que en el resto del mundo los centros universitarios "van a toda velocidad".

Junto con el coordinador del trabajo, Martí Parellada, coincide en que hay que "dar un golpe de timón" a la financiación en las universidades para revertir la actual situación.