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El Consell exige más agua desalada al constatar un agravamiento de la sequía

La Generalitat reclama al Gobierno mayor producción de caudal subvencionado en Torrevieja y Mutxamel, ante la previsión meteorológica de un otoño más seco y caluroso

El Consell exige más agua desalada al constatar un agravamiento de la sequía

La consellera de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático, Elena Cebrián, ha remitido un escrito al Ministerio de Agricultura en el que le insta a ampliar la capacidad de producción de agua desalada subvencionada en las plantas de Torrevieja y Mutxamel para poder garantizar el suministro de agua para el abastecimiento y el regadío hasta final de año. El paso adelante de la consellera se produce al constatar el avance de la sequía y, sobre todo, a que las previsiones meteorológicas adelantan que el otoño que comienza en diez días será más seco y caluroso de lo normal. Lo agricultores alertan que va quedando muy poca agua del trasvase del Tajo y como máximo queda caudal hasta diciembre. Por otro lado, siguen secándose los almendros.

El Ministerio de Agricultura ya amplió la capacidad de producción de agua en Torrevieja a principios de verano para tratar paliar el descenso de los aportes del trasvase del Tajo y, además, con un precio subvencionado ya que el agua que compran los agricultores sale a 0,30 euros el metro cúbico, tres veces menos que el coste del metro cúbico pero más cara que la del propio trasvase. Por otro lado, la desaladora de Mutxamel sido clave para que Benidorm no haya sufrido cortes en el suministro.

La Conselleria de Agricultura está desarrollando, según Cebrián, una política basada en la promoción de la eficiencia y el ahorro en el uso del agua en la agricultura, en la gestión de la oferta de los recursos hídricos, pero también en la gestión de la demanda, orientada a una nueva gobernanza del agua. «Hemos de acostumbrarnos a gestionar situaciones de escasez de sequía que son cada vez menos excepcionales.. Cebrián reitera en que «hay que contar con la desalación, como recurso alternativo, a un coste más económico, porque disponemos de las infraestructuras construidas y hay que tratar que funcionen de la manera más eficaz posible y eficiente en consumos energéticos, sin renunciar a los trasvases, en el marco de la solidaridad interterritorial».

El Ministerio de Agricultura ha prorrogado hasta el 30 de septiembre de 2017 la declaración de sequía en las demarcaciones hidrográficas del Júcar y del Segura. La prórroga permitía, en teoría, seguir aplicando durante la próxima campaña de riego medidas excepcionales para paliar los efectos de la sequía. Las medidas adoptadas hasta el momento habían permitido poner a disposición de los usuarios más de 55 hm3 de agua adicionales en la cuenca del Júcar y 154 hm3 en la cuenca del Segura. Entre las medidas que seguirán vigentes destacan el uso de agua desalinizada con subvención (0,30 euros el metro cúbico) y el acceso a los pozos de reserva. Especialmente significativa es la situación de los sistemas Marina Baixa Marina Alta y Serpis, tanto por las escasas precipitaciones como por la reducida capacidad de regulación superficial.

Por lo que respecta a la cuenca del Segura, también la falta de precipitaciones en este último año ha provocado un descenso tanto en la aportación a los embalses de cabecera como en el volumen que éstos almacenan, encontrándose el indicador del estado global de la cuenca (el que aglutina los subsistemas cuenca y trasvase) en una situación de prealerta, con tendencia desfavorable.

La situación hídrica de Alicante es dramática, según Eladio Aniorte, presidente de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja) «Ha empeorado tras un verano que se ha caracterizado por la falta de precipitaciones y las altas temperaturas de esta semana, que han provocado que los cultivos necesiten un mayor aporte hídrico. Los agricultores están desesperados, ya que cuentan con 60 días para poder regar» Según Aniorte, de no producirse el reclamado y necesario trasvase del Tajo o llover pronto, las consecuencias serán irreparables para toda la agricultura mediterránea. Desaparecerá el 25% de la superficie agraria en regadío de la provincia. 48.458 hectáreas están en peligro y la amenaza es total para 19,840 ha.

Y todo pese a que el escenario inmediato favorecería la formación de una gota fría, ya que la temperatura del mar alcanza los 27 grados en estos momentos y los expertos prevén que pueda aumentar un grado más debido al calor de las últimas semanas que no baja ni por la noche, lo que impide refrescar el ambiente. «Las secuencias de calor intenso favorecen la prolongación de las altas temperaturas del mar en la cuenca occidental del Mediterráneo y, por tanto, sus efectos ante situaciones de lluvias intensas», recuerda Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

La ausencia de precipitaciones ha agudizado, por otro lado, el proceso de desertización que sufre la provincia, la más amenazada del sur de Europa junto a las de Murcia y Almería.

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