La Guardia Civil trata de averiguar ahora cuál fue la causa del fuego que ha devastado cerca de 600 hectáreas entre Bolulla, Callosa y Tárbena, aunque la existencia de varios focos en un mismo triángulo montañoso hace sospechar que en los mismos podría haber actuado un pirómano. Aunque se han apuntado numerosas hipótesis, nadie se atrevió ayer a avanzar conclusiones hasta que los agentes del Seprona comiencen a operar sobre el terreno.

Fuentes cercanas a la investigación destacaron ayer que, en lo que va de año, la zona de Bolulla ha registrado hasta siete incendios o conatos en las inmediaciones al lugar donde se originó este último incendio, un hecho que también destacó el delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Moragues.

Asimismo, el responsable del Gobierno puso de relieve que a lo largo del pasado fin de semana se produjeron hasta tres incendios distintos: uno en la madrugada del viernes al sábado, otro el domingo y, cuando éste ya estaba confinado, un nuevo foco prendiera de nuevo el monte el lunes por la tarde. «Demasiadas casualidades», apuntaron ayer igualmente dirigentes locales de los municipios afectados, como el alcalde de Callosa, Josep Saval.

Ahora, además de buscar testigos que pudieran aportar alguna pista y de estudiar los indicios sobre la zona afectada, los investigadores también tratarán de esclarecer si todos estos siniestros pueden guardar relación entre sí o son aislados.