El presidente de la Diputación, César Sánchez, ha remitido un informe al Ministerio de Fomento para tratar de convencerle de que el proyecto del tren de la costa es viable y, además, resolvería el problema de la conexión del aeropuerto con la franja litoral norte de la provincia, Alicante y Elche. La Diputación plantea que se dé prioridad al tramo Alicante-Benidorm, por ser el que más poder de atracción tendría al mover 2,6 millones de pasajeros al año, dejando el enlace con Valencia para más adelante. Sánchez asegura que la propuesta de la institución es viable y rentable social, empresarial y económicamente, algo que, Fomento rechazó.

La Diputación plantea cuatro ejes en los que se sustenta el éxito de su proyecto. El primer elemento ofrece una solución definitiva a las conexiones del área metropolitana de Alicante, su nexo de unión con el aeropuerto y con la ciudad de Elche, así como una nueva estación en Benissa entre Benidorm y Dénia. Además, se propicia la integración urbana de este último municipio.

En el documento se apuesta también por construir primero el tramo Alicante-Benidorm, considerado el de mayor demanda y el más rentable, en lugar de iniciar las fases de Silla-Oliva, dejando para 2025 la tercera etapa de la conexión. El autor del informe, el profesor Armando Ortuño, estima la demanda del tren en cifras muy superiores a las que se estableció en el estudio informativo del Ministerio. Sólo la estación de Benidorm supondría un tráfico de 2 millones de pasajeros al año, frente a los 860.000 estipulados en el documento de Fomento. El coste del proyecto asciende a 1.500 millones de euros, 40 millones de euros menos que el original, gracias a la remodelación de las conectividades y trazados, especialmente en el área metropolitana de Alicante.