Cercado pero no extinguido. Las brigadas de bomberos y bomberos forestales que desde el pasado lunes luchan contra el fuego en la Marina Baixa lograron ayer acotar el perímetro y frenar la propagación de las llamas, que ya han arrasado 600 hectáreas de monte entre los términos municipales de Bolulla, Callosa d'en Sarrià y Tárbena. La buena evolución de las labores de extinción permitió que, a última hora de la tarde de ayer, se retirara la sección de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazada el martes a la zona, cuando el fuego avanzaba sin control por la partida de Sacos hacia espacios de alto valor medioambiental como las Fuentes del Algar o las sierras de Bernia y de Ferrer.

A diferencia del día anterior, la jornada de ayer transcurrió con lo que podría calificarse de calma tensa entre los equipos desplazados a la zona, así como los habitantes de los municipios afectados. La caída de la noche del martes y, con ella, la bajada de las temperaturas y el aumento de la humedad, permitió que el incendio amaneciera bajo control, todavía con puntos de fuego muy focalizados que se fueron sofocando conforme avanzó la mañana, tal y como explicaron distintas fuentes a este diario. No obstante, la entrada de viento a primera hora de la tarde hizo que las llamas se reavivasen en varios puntos, por lo que fue necesaria la intervención de varios medios aéreos para volver a combatir desde el aire estos focos y refrescar los flancos del perímetro, con el fin de evitar que volviera a propagarse.

La movilización de efectivos y la aparición de nuevas columnas de humo volvieron a sembrar el miedo a que se repitiera un escenario como el ocurrido la tarde del lunes, cuando el primer incendio se encontraba prácticamente controlado y surgieron nuevos focos, probablemente intencionados, que desembocaron en la tragedia medioambiental que ya se conoce.

El delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Moragues, visitó ayer el Puesto de Mando Avanzado (PMA) para conocer de primera mano la evolución del fuego. Tal y como apuntan todos los indicios, Moragues manifestó que la principal causa que se baraja es que este incendio haya sido intencionado, aunque apuntó que la Guardia Civil está realizando ya distintas averiguaciones para poder concretar este extremo. De hecho, del viernes al lunes, el área de Bolulla registró hasta tres incendios, uno en la madrugada del viernes al sábado, otro el domingo y un tercero el lunes. «Son muchas casualidades y ahora estamos trabajando para detectar al autor», agregó el delegado del Gobierno.

Retén en la zona

Varias dotaciones de bomberos y bomberos forestales permanecieron trabajando ayer durante toda la noche sobre el terreno para mantener las llamas bajo control. Fuentes de los equipos de extinción indicaron ayer que la previsión pasa por que este retén se prolongue, también, durante toda la jornada de hoy, por lo que inicialmente descartaron que pueda darse por extinguido en las próximas horas. Según explicaron, todavía hay mucha concentración de calor, lo que unido a la falta de limpieza de los montes, obliga a extremar las precauciones para descartar nuevos focos.

Afectados

Por otro lado, estas mismas fuentes señalaron que ahora se van a valorar también los daños que las llamas hayan podido ocasionar en algunas viviendas diseminadas por la zona afectada por el fuego, que según señalaron también habría afectado a varios vehículos, tanto en un alojamiento rural que tuvo que ser desalojado el primer día del incendio como en alguna casa de huerta. Por lo que se refiere al centenar de personas que tuvieron que ser desalojadas, todas ellas ya habrían podido regresar a sus domicilios. Igualmente, el paraje de las Fuentes del Algar y los restaurantes de la zona volvieron a reabrir ayer con total normalidad, tras permanecer cerrados el martes por la amenaza de las llamas.

Incendio en el río Guadalest

Por lo que se refiere al incendio originado la noche del martes junto a los cauces de los ríos Algar y Guadalest, las llamas han acabado afectando a unos 6.000 metros cuadrados de cañar entre los términos de La Nucía, Callosa y Altea. El fuego se dio por extinguido poco después del mediodía. Una docena de personas tuvieron que ser desalojadas de madrugada, aunque horas después volvieron a sus casas al remitir el peligro.