El servicio contra las plagas de la Mancomunidad de l'Alacantí accedió ayer al interior del inmueble del Casco Antiguo donde está localizado el foco de roedores que, en las últimas semanas y en especial durante el pasado fin de semana, se han dejado ver por el entorno de la Concatedral de San Nicolás. Pese a tratarse de una propiedad privada, la intervención correrá a cargo de este contrato público para tratar de atajar, en el plazo de una semana, el problema que afecta a la imagen de una de los puntos turísticos de la ciudad.

Aunque desde principios de la semana pasada, la empresa de control de plagas (Lokímica) está actuando con raticida en el exterior, no fue hasta ayer cuando los operarios con el permiso de los propietarios pudieron acceder al interior del inmueble para actuar sobre el foco de ratas y evitar su propagación a otras zonas del Casco Antiguo.

El gerente de la mercantil, Noé García explicó, no obstante, que el tratamiento raticida no es de efecto inmediato y que puede provocar el aturdimiento de los roedores y «que se dejen ver más». A ello atribuyó que durante el fin de semana varias ratas, que podrían haber tomado el cebo colocado en el exterior la semana pasada, se dejaran ver por el entorno de la Concatedral de San Nicolás. De hecho, según apuntó la edil de Sanidad, Sonia Tirado, «se han retirado varios ejemplares muertos» de la vía pública cinco, según precisó Lokímica.

García advirtió que el tratamiento en el interior del edificio podría provocar ese mismo efecto sobre los roedores, por lo que indicó que tratarán de sellar los huecos por los que las ratas puedan salir, pero con las limitaciones urbanísticas que implica que se trate de un edificio protegido. De ahí que no descarte que los roedores puedan seguir dejándose ver por la zona hasta que el veneno haga su efecto y mueran.

El raticida, según explicó, es un anticoagulante que tarda en hacer su efecto alrededor de 72 horas. Tal y como ha explicado este experto, la colonia de ratas se organiza de modo que no todas comen el cebo al mismo tiempo sino que esperan a ver si no resulta mortal para sus compañeras. Por ello, las primeras en ingerirlo morirán en un plazo de tres días, mientras que la siguientes lo harán en los tres siguientes. En total, una semana aproximadamente.

La intervención en el interior del edificio se acordó ayer, tras una reunión de urgencia entre la edil de Sanidad, responsables de la Mancomunidad y de la empresa encargada del control de plagas. La semana pasada, el Ayuntamiento dio diez días a los dueños del inmueble de la calle Miguel Soler 22 (el Palacio De Die) para que desratizaran. Tirado esgrimió que todavía no lo habían hecho y que el pasado fin de semana la situación se agravó con roedores campando a sus anchas por la zona, por lo que se optó por pedir autorización al dueño para intervenir con medios públicos.

De esta manera, a última hora de la mañana, los operarios de Lokímica accedieron al interior del inmueble. El gerente de la mercantil agregó que, además de los anticoagulantes contra los roedores, se colocarán trampas en el interior del edificio y se actuará para erradicar las madrigueras.

Tirado apuntó que, pese a tratarse de una propiedad privada, «no lo pagará el propietario» sino que la intervención se incluirá dentro del contrato que tiene la Mancomunidad de l'Alacantí para el control de plagas, si bien después «se valorará» si se sanciona al dueño. «En estos casos, cuando hay riesgo para la salud pública, intervenimos por orden de la Mancomunidad», apuntilló García. El ingeniero de la Mancomunidad, José Andrés Lluch, confirmó que la actuación tampoco tendrá un coste adicional para las arcas públicas pues se incluirá «dentro del cupo de trabajos extraordinarios que tiene que asumir la empresa».

La edil de Sanidad indicó que, por el momento, se mantendrán los contenedores de quita y pon en esta zona conflictiva (sólo estarán en la calle desde las 20.30 horas hasta que acabe la recogida y por la tarde, entre las 16.30 y las 17 horas, un camión recogerá allí la basura que lleven los hosteleros). También han pedido la retirada del contenedor de vidrio.

De manera paralela, desde la empresa de control de plagas están inspeccionando otros puntos críticos del Casco Antiguo, como solares en los que se acumula basura o comida para gatos.