El servicio territorial de la Conselleria de Transportes ha abierto una investigación tras tener conocimiento de la queja de unos padres de Alicante contra un taxista que, según relatan los progenitores, se negó a llevar a su hija de diez años al hospital en plena madrugada porque la menor, que había sido operada días antes, estaba vomitando sangre.
Indignados, los progenitores presentaron una queja ante la asociación de taxistas, que ha abierto un expediente para esclarecer lo sucedido y decidir si sanciona al conductor, como confirmó el presidente de Radio-Teletaxi, Ignacio Picó. Los hechos, que rápidamente se han dado a conocer a través de las redes sociales (más de 10.000 personas han compartido el relato de la madre en Facebook), también están siendo investigados por la Conselleria de Transportes, como confirmaron fuentes del departamento.
El padre, David Geada, relata que su hija de diez años fue operada el 26 de agosto de amigdalitis. Días después, en la madrugada del 31 de agosto, la menor comenzó a sangrar. Explica que, dado que era de madrugada (pasadas las cinco), él se quedó con su otro hijo pequeño en casa y llamaron a un taxi para que trasladara a la hija, acompañada de su madre, al hospital. Según relata el progenitor, la situación de la menor se agravó cuando iba bajando junto a la madre y al salir de la portería comenzó «a vomitar sangre sin parar». El padre cuenta que el taxista que había acudido «al ver a la menor vomitando sangre, inició la marcha, abrió dos dedos la ventanilla del coche, dijo que 'eso es cosa de la ambulancia', y se marchó. Las dejó tiradas. Mi mujer, como pudo, cogió el coche y la llevó porque no podían perder tiempo y al llegar al hospital operaron de urgencia a la niña». La menor recibió el alta el lunes, indicó.
En la queja que presentaron por escrito ante la asociación, los padres consideran que pudo haber una denegación de auxilio y se puso en riesgo la vida de su hija. Así lo considera también la madre a través de las redes sociales.
