Una cosa es la teoría y otra la práctica. Los institutos públicos se están dando de bruces ante la imposibilidad de completar los bancos de libros para el comienzo del curso pese a que se muestran «muy a favor» de la medida.
Los directores consultados aseguran que no les llega con el dinero que Educación ha previsto para reponer los textos que faltan, y que ni siquiera ampliando el margen con los fondos de los gastos de funcionamiento pueden hacer frente al coste que supone completar los lotes de libros, si no es a expensas de quedarse sin luz o agua, lo que no piensan hacer.
La realidad con la que se enfrentan a 24 horas del inicio del curso les está provocando una gran «inquietud», según admite el portavoz de los directores de centros de Secundaria de la provincia de Alicante, Toni González Picornell. «Es el primer año de este programa y no se llega a todo lo previsto. Con el tiempo, la planificación será más concreta hasta llegar al objetivo de no asumir el coste de la compra de los libros de texto. La sociedad debe tener claro que es positivo para las familias porque los padres no van a tener que soportar el 100% del coste de los libros», explica.
El problema radica en que el mensaje que llega a los padres de alumnos por parte de la Conselleria de Educación es el de que no tienen que pagar los libros si han colaborado en el banco devolviendo los textos del curso pasado, y cuando desde los centros les dicen que los lotes no están completos se enfadan con los que tienen delante, los responsables de los institutos.
Protestas
Fina es una de las mamás que protesta a las puertas de uno de los centros desde cuya vicedirección aseguran no disponer del dinero necesario para los libros. Han hecho las cuentas y harían falta 44.000 euros para completar los lotes de libros de las 275 familias que han colaborado con el banco. Sin embargo, los porcentajes de reposición calculados por Educación para completar los lotes apenas rozan los 17.500 euros, tres veces menos dinero del necesario en este caso concreto.
«Nos dicen que tenemos que abonar 110 euros por alumno de primero de la ESO para que tengan los libros. No puede ser. La conselleria dice que son gratuitos y yo me pasé hasta bien entrado el verano organizando el banco de libros del colegio que deja mi hijo, para ahora encontrarme con que no tienen los de primero de ESO en su instituto». La indignación de Fina la corroboran otra decena de madres ante el instituto.
«Intento explicarles la situación. He invertido todo lo que tenemos», afirman desde el instituto donde además temen que muchos libros queden inservibles al no poder usarlos en las aulas digitales.
Cambios
A la difícil situación se añade esta vez el cambio de los libros por la Lomce. «Muchos de los textos que dejaron las familias del curso pasado no sirven porque el profesorado los ha cambiado. Educación dice que compremos los que hagan falta pero no hay fondos suficientes», lamentan desde el instituto.
Este centro adelantó la digitalización, el valenciano y el plurilingüismo hace seis años. «El banco de libros no puede ser real este curso», lamentan entre la «frustración, después de tanto trabajo».
En otros institutos han preferido dejar en manos de las familias la reposición de los libros que faltan. «Ni el dinero ni los libros llegan para todos. Hemos preparado los lotes y se ha decidido darlos a cada alumno que devolvió los del curso pasado, pero las familias tendrán que comprar los que falten», confiesan. Picornell apunta que cada centro lo está arreglando en su autonomía como puede.
