Cada día, cuando cae el sol y empiezan a suavizar las temperaturas, los vecinos que viven entre la zona del campo de golf de la playa de San Juan y La Condomina esperan con resignación la aparición de nubes de mosquitos que, durante todo este verano, están convirtiendo en una odisea poder pasar las noches sin acumular picadura tras picadura. Los residentes admiten que la situación que se está dando en estos últimos meses «no es normal». «Las picaduras de mosquitos son horribles este verano. Las noches son insoportables», denuncia Paco Huesca, portavoz de la Asociación de Vecinos de La Condomina, que ejerce a su vez de improvisada voz de los miles de vecinos de la zona que sufren un problema al que no se habían enfrentado últimamente. Y es que las mismas palabras de Huesca se repiten entre los residentes que tiene su vivienda cerca de la playa de San Juan. «He oído esta queja entre muchos de mis vecinos durante estas últimas semanas, no son casos esporádicos. Y no sólo de mosquitos, porque este verano la presencia de cucarachas por la zona ha sido muy superior a lo normal. Es alarmante la desidia de la administración», continúa.

La situación de los insectos se repite a diario, según explican los vecinos que tienen su alojamiento habitual o de veraneo en el entorno del campo de golf de San Juan. «A última hora de cada tarde, empiezan a aparecer los mosquitos y, como se ve, no son pocos», asegura otra vecina mientras señala con la mano una pared de su urbanización repleta de mosquitos.

Desde el Ayuntamiento, fuentes de la Concejalía de Sanidad recomiendan a los afectados que informen de las incidencias para que la empresa concesionaria del servicio del control de plagas, Lokímika, acuda a la zona a evaluar el problema. Sin embargo, desde la mercantil concretan que si el foco de la plaga se encuentra en una parcela privada tienen que ser los vecinos los que asuman las labores de fumigación. «Si los mosquitos se encuentran en una propiedad privada, los vecinos tienen que contratar a una empresa para que les traten la vegetación y las zonas de agua de la urbanización», precisan desde Lokímika. Los residentes, sin embargo, discrepan: «Si los mosquitos están en toda la zona, no sólo en mi urbanización, pasa a ser un problema general, no de una propiedad privada. En este caso, tendrá que ser el Ayuntamiento en el que se encargue de las labores de fumigación para que los mosquitos no nos coman este verano», añade otro residente, con las piernas llenas de picaduras.

La mirada de los afectados, donde también se incluyen los clientes de un hotel ubicado al final de la avenida Locutor Vicente Hipólito, apuntan al campo de golf situado en la zona de la playa de San Juan, junto a otro de los puntos afectados por la plaga de mosquitos este verano: el parque de La Marjal, donde incluso se llegaron a instalar nidos de murciélagos y golondrinas a principios de este año para intentar mitigar la incontrolada presencia de mosquitos. Fuentes del campo de golf niegan que el foco de las nubes de mosquitos esté en sus instalaciones: «El programa de control de plagas se intensifica en el verano y diariamente un técnico revisa todas las áreas verdes para en caso de detección de alguna anomalía solventarla de forma inmediata, por lo que podemos afirmar que en las instalaciones de nuestro campo no tenemos ninguna plaga de mosquitos», añaden fuentes de la empresa, que precisan que las actuaciones específicas se realizan dos veces a la semana en época estival y cada quince días el resto del año. Los vecinos del entorno, sin embargo, apuntan que otros años veían con mayor frecuencia los trabajos en la zona.

En el próximo barrio de la Albufereta, el presidente de las asociación de vecinos, Ernesto Jarabo, subraya que Lokímika realiza intervenciones con frecuencia en el final del cauce del barranco, al tratarse de una zona pública. «En las urbanizaciones, si no queremos estar llenos de mosquitos, tenemos que pagar a una empresa para que fumigue», puntualiza.

Desde Lokímika, la concesionaria del servicio de control de plagas, sostienen que este verano apenas han llegado alertas desde San Juan. «Hoy [por ayer] sí hemos recibido un aviso de un vecino, hemos ido, evaluado la situación y le hemos explicado qué tiene que hacer para poder combatir la presencia de los mosquitos porque se encontraban en una zona privada», concretaron ayer fuentes de la mercantil, que añaden que los mosquitos que forman las visibles nubes no pican. Los vecinos, en cambio, no opinan lo mismo.