El Síndic de Greuges de la Comunidad Valenciana avala la decisión del Ayuntamiento de Alicante de obligar a los maceros -funcionarios que lucen en los actos protocolarios blusón, gorro y mazas- a participar en la procesión oficial del Viernes Santo. Los trabajadores apelaron a principios de este año a su derecho a la libertad religiosa para reclamar al tripartito -al que dirigieron hasta dos escritos- que les liberase de la obligación de participar en actos religiosos. En ese momento, los maceros precisaron que su negativa no era a asistir a los actos civiles y solemnes organizados por el Ayuntamiento, ya que este cuerpo ceremonial existe para ese cometido, sino a los organizados por la autoridad eclesiástica o por entidades religiosas, como la Semana Santa, por razones de conciencia y porque -sostenían- que nada tenía que ver con su función.

Sin embargo, el Síndic de Greuges no opina lo mismo, según se extrae de la resolución de la queja presentada. En el texto, el Defensor del Pueblo valenciano da por «concluida la investigación». «De la misma -recoge- no se desprende que la actuación de esa administración [en alusión al Ayuntamiento] haya vulnerado derechos, libertades o principios reconocidos en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía», señala el escrito, que concluye que «en consecuencia» se procede al «cierre del expediente con el archivo de todas las actuaciones».