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Los expertos urgen a mejorar la imagen en las calles para poder fidelizar a los turistas en Alicante

Investigadores temen los efectos de la suciedad en la vía pública en los nuevos visitantes

Un contenedor, a espaldas de la Rambla, lleno a mediodía. jose navarro

La imagen de abandono y suciedad que proyectan las calles de Alicante, especialmente este verano, preocupa y mucho a expertos universitarios, que temen los efectos negativos entre los turistas que puede ocasionar la falta de limpieza en la ciudad. La aparición de multitud de ratas a espaldas de la Concatedral de San Nicolás, los contenedores rebosantes de basura en algunas de las calles más transitadas o la mugre en las zonas peatonales del centro son imágenes que no pasan inadvertidas entre los miles de visitantes que acuden a la ciudad a lo largo del año. Y esa percepción puede dificultar la fidelización de esos turistas, sobre todo de aquellos que visitan Alicante por primera vez impulsados por la inseguridad que atraviesan otros puntos del Mediterráneo. Ésta es una de las conclusiones que comparten profesores de la Universidad de Alicante (UA), que trabajan en áreas relacionadas con la ciudad.

Desde el Instituto de Investigaciones Turísticas de la UA, el profesor José Luis Gascó subraya que la limpieza, o su falta, es «lo primero que percibe el turista». «Si ya empezamos con una mala impresión, lo que viene después tiene que ser espectacular para que se valore como normal», asegura Gascó, quien resalta que los turistas que vienen a Alicante «buscan algo más que sol y playa». Gascó admite que el problema de la limpieza «viene de lejos», a la vez que incide en el «efecto multiplicador» de los comentarios negativos que se publican en redes sociales por visitantes de la ciudad ante la suciedad en las calles.

En la misma línea, el director de la Cátedra de Estudios Turísticos «Pedro Zaragoza Orts» de la UA, Tomás Mazón, espera que este «grave problema se supere a la mayor brevedad posible», porque -a su juicio- Alicante «se juega mucho». «Se pueden echar por tierra todos los esfuerzos que se están haciendo para posicionar la ciudad en la órbita turística», añade Mazón, quien sostiene que «la suciedad no es un atractivo turístico» para nadie, con independencia de su procedencia. Por su parte, el sociólogo Carlos Gómez Gil urge al Ayuntamiento a darle a la limpieza de la ciudad la relevancia que merece. «Es un problema tan complejo como importante, me da la impresión de que el tripartito ni valora su relevancia ni acaba de comprenderlo en toda su dimensión. La limpieza siempre ha sido un arma arrojadiza», añade Gómez Gil, profesor de la Universidad de Alicante.

Por su lado, el urbanista Armando Ortuño sostiene que el problema de la basura es el resultado de una mala gestión de la estacionalidad del turismo en Alicante. «Hay que trabajar en fidelizar al turismo en cuestiones que tienen importancia para ellos y en las que ahora somos más débiles, como la limpieza de la ciudad. En sanidad o transporte interurbano, por ejemplo, somos más fuertes», subraya el investigador de la UA.

Desde el propio sector turístico, José Bonet, de Viajes Hispania, asegura que la valoración de la limpieza en Alicante es «cero». «Hay que mejorar muchísimo, y más ante los nuevos turistas extrajeros. Ahora da pena ver cómo está la ciudad de abandonada, nadie hace nada. No es excusa que en verano haya más gente; cuando más se ensucia, más hay que limpiar», añade Bonet.

El farmacéutico de la calle Mayor, José Gambra, añade que las ratas «nunca» se habían visto, ni tampoco «las calles tan sucias». Por su parte, el hostelero Federico Borgaminck apunta que la falta de limpieza «afecta a la ciudad y a toda la gente», por lo que urge a mejorar la situación cuanto antes. Mientras que el hotelero Francisco Duque apuesta por el soterramiento de contenedores y por un aumento, a tres veces al día, en la recogida de la basura en el centro.

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