Sin programación oficial pero con la suma de empeños particulares, la pública valenciana ha logrado mejorar sus datos de implantación de TICs a juzgar por las estadísticas del Ministerio de Educación. Mientras que en el curso escolar 2002-2003 la ratio de alumnos por ordenador utilizado para clases era de 17 estudiantes por equipo, en 2007 se redujo a 6 hasta estabilizarse en 4,5 en 2013-2014, último año con datos disponibles.

Una cifra aceptable si no fuese porque en comparación con el resto de España la Comunidad Valenciana muestra un notable retraso en instalación de herramientas digitales. Como se aprecia en la tabla, la media española es mejor que la autonómica en casi todos los indicadores: la región está por detrás en reparto de ordenadores para profesores y alumnos, en cobertura de red wifi y sobre todo, en tipología de los equipos; mientras se migra hacia tabletas y portátiles, los equipos valencianos siguen anclados a una mesa, aunque están logrando salir del aula de informática e instalarse en cada vez más espacios para docencia de colegios e institutos.