La suspensión de licencias para nuevos pubs, bares, cafeterías y restaurantes con música en el Centro Tradicional y en el Casco Antiguo durante un año genera acuerdo entre hosteleros, comerciantes y vecinos de la zona, pero causa controversia a pie de calle y en las redes sociales. Ante la medida acordada por el Ayuntamiento, que ayer entró en vigor, hay quienes la respaldan por considerar que puede ayudar a equilibrar las zonas saturadas de locales de ocio, mientras otros lo ven como un varapalo a un sector económico que funciona y que atrae al turismo o creen que hay otras soluciones alternativas para atajar el conflicto entre ocio y descanso sin llegar a vetar las nuevas licencias.

La polémica está servida en la calle y también en las redes sociales. En una encuesta a través del Facebook de Informacion.es, se podían leer comentarios muy diversos de los lectores. «No creo que sea la solución, porque los que hay ya molestan», comentaba una de ellas, que abogaba por otras medidas como reducir los veladores, limitar el aforo de los locales o bajar el volumen de la música. «Optan por lo rápido y fácil», se quejaba otra lectora, mientras en otro comentario tachaban de «dictatorial» la medida. Por contra, otros lectores la calificaban de «perfecta» al entender que «ya hay demasiada concentración, demasiado ruido y demasiada suciedad».

A pie de calle, la medida también genera controversia. Fuera del centro, hay quienes, como Javier Fuentes y Rocío Contento, coinciden al opinar que el veto a las licencias no es la mejor forma de atajar el conflicto entre el ocio y el descanso y abogan por otras medidas que no impidan abrir nuevos negocios. «Es malo para la economía», considera Alfonso Burckhardt mientras otros vecinos, como Mila Fernández, ven bien la medida «para que haya un equilibrio».

La medida también genera «incertidumbre» entre los Administradores de la Propiedad Inmobiliaria (API), como indicó ayer la presidenta del colegio profesional, Marifé Esteso. Aunque dijo desconocer el alcance de la medida, sí mostró su preocupación porque puedan «alquilarse menos locales» y consideró que «no es una forma» de promover la economía local. Con todo, no se posicionó ni a favor ni en contra, pero incidió en que «si no se alquila eso nos perjudica».

«Insuficiente»

En la zona afectada por la suspensión de licencias para nuevos pubs, tanto vecinos como hostelero y comerciantes están de acuerdo con la medida, pero exigen al Ayuntamiento que el año de moratoria en las licencias se aproveche para avanzar en una solución al conflicto entre ocio y descanso. Aunque ven bien la medida, desde la asociación de vecinos del Centro Tradicional consideran que es «insuficiente» y que llega con retraso. La presidenta de los vecinos, Alcázar Moreno, incide en que con esa suspensión de nuevas licencias no se soluciona el problema del ruido y se pregunta «¿qué va a pasar con los que ya hay ahora mismo y que son los que nos están perjudicando?».

La presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (APEHA), María del Mar Valera, recuerda que la suspensión licencias durante un año fue una de sus propuestas para calmar la tensión y buscar una solución al conflicto. Reclama, igualmente, que el Ayuntamiento aproveche el año para lograr un entendimiento entre vecinos y hosteleros que, incide, están dispuestos a adoptar medidas contra el ruido. Lo que sí reclama es que «nos dejen lo que está como está» y no reduzcan los veladores. «Un año de moratoria nos va a venir bien a todos», señala.

«Solución global»

Desde la asociación de locales de ocio de Alicante (Alroa), su presidente, Javier Galdeano, también mostró su conformidad con la suspensión de licencias «siempre y cuando no sea eterna» ese tiempo «dure lo menos posible» y se aproveche para «buscar una solución global al conflicto». Sobre la posible la incidencia económica y para el turismo que pueda tener la suspensión de licencias durante un año, el representante de los locales de ocio considera que «la actual oferta en restauración y ocio es bastante completa y responde a la demanda».

Comercio

Para los comerciantes del centro, la suspensión de licencias puede ayudar a encontrar «un equilibrio y que no haya un monocultivo» de locales de ocio. El presidente de Corazón de Alicante, Vicente Armengol, reclama medidas para incentivar «que se implanten firmas comerciales» en lugar de más hostelería.