Un año por delante para atajar el conflicto entre el ocio y el descanso que trae de cabeza a los vecinos del Casco Antiguo y del Centro Tradicional. Ese es el plazo que se da el Ayuntamiento para reordenar estas zonas aprovechando la suspensión de licencias para nuevos pubs y veladores que el tripartito aprobó en julio y que hoy entra en vigor.

Ayer, el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana publicaba la suspensión de licencias, dando un mes para presentar recursos ante el Ayuntamiento y dos meses para hacerlo ante los tribunales. Este acuerdo impedirá dar licencias a nuevos pubs, veladores y bares con música en estas dos zonas durante el plazo de un año. Durante ese tiempo, desde Urbanismo pretenden avanzar en una modificación del planeamiento que permita alcanzar un «equilibrio» en materia de ruido y en las actividades económicas que se desarrollan en la zona.

En principio, la suspensión de licencias es de un año, con posibilidad de prorrogarlo durante otro año más si en ese tiempo se ha expuesto al público una modificación del actual planeamiento. En cuanto a las licencias solicitadas que hay en trámite actualmente y siguen sin resolverse, desde Urbanismo indicaron que se estudiará «pormenorizadamente» cada caso, si bien indicaron que son casos «puntuales».

La suspensión de licencias obedece a uno de los acuerdos alcanzados en la Mesa del Ruido con los vecinos y con los hosteleros. La medida se aplica sobre la «tramitación y el otorgamiento de licencias de construcción de edificaciones, ampliación de las existentes o de acondicionamiento para el cambio de actividad destinadas a la implantación o ampliación de cafés-teatro; cafés-concierto; cafés-cantante; salas de fiesta; discotecas; salas de baile; pubs; salón-lounge; restaurantes, bares, cafeterías y salones, con música; casinos; salones de máquinas de azar; bingos y otros locales de reunión con ambientación o amenización musical». Afecta a las zonas del Casco Antiguo y del Centro Tradicional y, tal y como se recoge en la resolución, el objetivo es, mientras tanto, «llevar a cabo una nueva regulación del uso terciario, en particular de las actividades que son «susceptibles de ocasionar molestias». De esta manera, se pretende «facilitar el estudio o reforma de la ordenación urbanística» de las zonas afectadas.

Como ya avanzó este diario cuando la medida se acordó en la Junta de Gobierno Local (el 26 de julio) y los técnicos municipales realizan una salvedad, y es que la suspensión afecta a todo recinto con ambientación o amenización musical, por lo que las licencias para establecimientos sin música seguirán los cauces habituales. La suspensión de licencias para nuevos pubs lleva aparejado, indirectamente, que no se concedan nuevos veladores para este tipo de actividades que generan molestias.

El edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, ya explicó entonces que antes de que finalice el año, deberá someterse a exposición pública una modificación del planeamiento para poder prorrogar la suspensión un año más.