La Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a Emergencias de la Generalitat ha confirmado a este diario que ningún municipio de la provincia de Alicante tiene aprobado el Plan de Actuación Municipal ante el Riesgo de Terremotos. En total son 138 ayuntamientos los que están obligados a disponer de ese documento. Son aquellas localidades que presentan un mayor riesgo de intensidad sismológica en un periodo de 500 años en base a la Escala Macrosísmica Europea (EMS). En caso de catástrofe, esos planes pormenorizados servirían para establecer la organización y procedimientos de actuación de los servicios y recursos cuya titularidad corresponde a las administraciones locales.

La obligatoriedad de realizar estos planes preventivos se estableció en 2011 mediante el decreto con el que se aprobó el Plan Especial frente al Riesgo Sísmico en la Comunidad Valenciana. El documento especifica que la elaboración de los proyectos municipales «es competencia de las administraciones locales ubicadas en zonas de riesgo, debiendo ser aprobados por los órganos de gobierno de sus respectivas corporaciones y cuya homologación corresponde después a la Comisión de Protección Civil de la Comunidad». El documento es obligatorio para aquellos términos que presentan valores superiores al nivel VII de la (EMS), que pueden provocar efectos dañinos, gravemente dañinos o destructores.

Además de los 138 consistorios que deben de realizar estos planes municipales, también se recomienda a otras cinco poblaciones alicantinas que lo desarrollen, aunque el riesgo de sufrir un seísmo y sus efectos sea menor. El resto de las poblaciones no es necesario que adecuen una planificación de medios para hacer frente a situaciones de emergencia de este tipo al estimarse que el riesgo es bajo o muy bajo. En caso de que ocurriera, la actuación se regiría a través del Plan Especial frente al Riesgo sísmico de la Comunidad.

Funciones

Las funciones básicas de los planes de actuación municipales son concretar la estructura organizativa y funcional para la intervención en emergencias por terremotos ocurridos en su territorio; prever los sistemas de articulación con el Plan autonómico; precisar la zonificación del territorio en función del riesgo sísmico y delimitar áreas según posibles requerimientos de intervención; localizar las infraestructuras utilizables en caso de emergencia; especificar los procedimientos de información a la población y catalogar los medios y recursos específicos a disposición de las actuaciones previstas.

Según el decreto del Consell que regula todo este asunto, es la conselleria competente en materia de protección civil y gestión de emergencias la que debe de elaborar una guía para la redacción de los planes de actuación municipal frente al riesgo sísmico. Pero esa guía no se ha hecho hasta el momento.

El director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel Batalla, anunció en Torrevieja hace unas semanas que se organizarán unas jornadas durante el último trimestre del año para abordar la redacción del plan de emergencias de riesgo sísmico a nivel local. El documento que se elabore será el que se utilice como modelo para el resto de municipios de la Comunidad, adaptándolo a las peculiaridades de cada uno de ellos.

Zona de más riesgo

La elección de Torrevieja como la localidad pionera para desarrollar este plan no es baladí. Según señala la propia Generalitat en su Plan frente al Riesgo Sísmico, dicho término municipal y otros colindantes, englobados en la Vega Baja, conforman «el agrupamiento más energético y de mayor actividad sísmica de toda la Comunidad». En ese sentido, recuerda que el 21 de marzo de 1829 se produjo un terremoto en la zona que causó 389 muertos, 375 heridos y destruyó más de 5.000 viviendas.

Según el estudio de peligrosidad elaborado por la Universidad de Alicante, la falla del Bajo Segura es una de las de mayor actividad en los últimos 500 años en la Península Ibérica. Se extiende desde el suroeste de Orihuela hasta la desembocadura del Segura en Guardamar, donde se prolonga varios kilómetros hacia el este en el mar mediterráneo. La Unidad de Registro Sísmico de la UA registra más de 90 pequeños terremotos al año en la provincia.

Aunque los consistorios no hayan hecho los deberes con la redacción de estos planes, sí es cierto que administraciones como la Diputación de Alicante imparten cursos dirigidos a técnicos municipales, como por ejemplo arquitectos, para preparar planes de acción en caso de terremotos. Algunas localidades disponen asimismo de planes municipales para hacer frente a situaciones de emergencia que incluyen algunas medidas de actuación en caso de seísmos, aunque no son tan completas como las que, según la legislación autonómica, tendrían que tener al menos 138 municipios alicantinos.

INTENSIDAD SÍSMICA

El grado de intensidad sísmica sirve para medir los efectos que produciría un terremoto. Se realiza a partir de la Escala Macrosísmica Europea (EMS) que va del 1 al 12. Según el Plan Especial ante Riesgo Sísmico de la Generalitat, este es el grado de riesgo en municipios alicantinos en un periodo de 500 años:

Intensidad esperada

Torrevieja 9,5

Elche 9

Orihuela 9

Crevillent 9

Alicante 8

Alcoy 8

Villena 8

Benidorm 7,5

Elda 7,5