Ante las quejas de vecinos de la zona de playas por las picaduras de mosquito tigre, desde el Ayuntamiento entienden que no se trata de un problema de salud pública y descarta así actuar en las urbanizaciones privadas, donde se concentran el 80% de los focos detectados este verano por la empresa encargada del control de plagas en la ciudad y en el resto de la comarca (Lokímica).

Desde la Concejalía de Sanidad remitieron ayer a la mercantil, que explicó que, si bien hay presencia del mosquito tigre en la zona de playas, no puede considerarse una plaga ni un problema de salud pública. El gerente de Lokímica, Noé García, explica que sólo en esos casos el Ayuntamiento podría intervenir para obligar a los propietarios de las urbanizaciones a adoptar medidas e, incluso, pedir autorización judicial para actuar de oficio y después repercutir el coste a los propietarios. «No es el caso», incidió García.

El gerente de la mercantil insiste en que el 80% de los focos detectados de mosquito tigre estaban en urbanizaciones privadas y que las situación suele resolverse siguiendo algunas recomendaciones, como evitar las pequeñas acumulaciones de agua en los platos de las macetas y todo tipo de recipientes. En caso de detectarse un foco, García recomienda llamar a la Mancomunidad de l'Alacantí para que los técnicos revisen si hay presencia del mosquito en el espacio público o en el privado. En este último caso, pueden ayudar a los propietarios a localizar el foco y darle recomendaciones, dado que no están autorizados para actuar en dominio privado. Lo que sí han hecho desde la Mancomunidad es reforzar la información, con la colocación de carteles con consejos preventivos y charlas.