La eliminación en la práctica de los copagos farmacéuticos copagos farmacéuticosy la mejora de la capacidad económica de muchas personas ha propiciado el primer aumento del gasto farmacéutico en cinco años. El incremento se recoge en la última Memoria del Comité Económico y Social (CES) de la Comunidad Valenciana, que muestra cómo en 2015 se dispensaron en la provincia de Alicante recetas por un importe total de 443,48 millones de euros, frente a 433,94 millones del año anterior. La subida es de sólo el 2,2%, pero destaca por ser la primera que se produce desde 2010 afectando tanto a pensionistas como a personas activas.

Las medidas de contención del gasto, primero, y la implantación de copagos para los pensionistas después, habían hecho que se redujera de forma drástica el gasto farmacéutico en las tres provincias de la Comunidad, e incluso el volumen de recetas dispensadas. El año pasado, sin embargo, la Memoria del CES ya apuntó un cambio, puesto que se incrementó el número de recetas expedidas a los pensionistas en toda la Comunidad, y en el caso específico de la provincia de Alicante también la cuantía de esos medicamentos. Ahora, ese incremento se extiende tanto al número de recetas como al gasto que ha supuesto su dispensación, y, lo que es más llamativo, también a las personas activas, aunque sólo en la provincia de Alicante. En Valencia y Castellón, por el contrario, el importe de las recetas dispensadas a los activos en 2015 es ligeramente inferior al del año anterior.

Los pensionistas suponen, tal y como cabía esperar, el grueso del incremento del gasto farmacéutico en la provincia -8,4 millones de euros sobre un total de 9,5-, mientras que el resto corresponde a activos. La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, Fe Ballestero, confirma que la eliminación tácita de los copagos y la mayor disponibilidad económica de las familias son factores determinantes para que crezca el gasto farmacéutico. Según explica, esto ha dado pie a que los pacientes «retiren más medicación», sin verse tan coartados por el importe a desembolsar.

La presidenta incide en que «es indudable que la economía va mejor y se gasta más dinero», y que, en el caso de los tratamientos farmacéuticos, hay «pacientes que antes no podían pagarlos y ahora sí». En este sentido, explica que «en los años más duros de la crisis», aludiendo sobre todo al periodo entre 2010 y 2013, había quien «se cortaba» a la hora de comprar un medicamento porque no podía desembolsarlo, o incluso «dejación de tratamientos» que no eran perentorios. Ballestero cita de manera expresa lo que ocurría con fármacos como los protectores de estómago, básicos pero no vitales, y de los que se llegaba a prescindir en algún caso para evitar pagarlos. Ahora se observa que eso poco a poco va desapareciendo, entre los pensionistas porque no tienen que afrontar el copago y entre los activos porque tienen una capacidad económica algo mayor.

Para Ballestero, este repunte del gasto muestra una tendencia positiva, y es que «la gente ya no tiene miedo a llevarse el medicamento y se lo toma; el paciente está bien tratado, y eso es lo interesante». Dado que los decretos para eliminar en la práctica los copagos a discapacitados y pensionistas son de diciembre de 2015 -en 2013 se rebajó la aportación mensual y eso ya supuso un punto de inflexión-, la previsión es que el gasto farmacéutico siga aumentando, aunque de manera moderada por la existencia de otras medidas de contención del dispendio. Hasta junio, el incremento interanual en la Comunidad ha sido del 3,38%, tal y como recuerda la presidenta de los farmacéuticos.