Las penurias que arrastran los regantes del Trasvase Tajo-Segura como consecuencia de la sequía han provocado situaciones dramáticas en la cuenca del Segura, a pesar de los intentos por buscar soluciones para paliar la falta de recursos disponibles en los pantanos de cabecera. En los últimos meses la situación ha mejorado sensiblemente y estos momentos, según los datos que ofrece la Confederación Hidrográfica del Tajo, el pantano de Entrepeñas cuenta con unas reservas de 213 hectómetros cúbicos, mientras que Buendía alcanza los 308. Las reservas almacenadas en la cabecera del Tajo están lejos ahora de los 312 hectómetros con los que terminó el año 2015. También las medidas aprobadas por el Gobierno central, como la ampliación del decreto de sequía hasta octubre de 2017 y la autorización para trasvasar 60 hectómetros cúbicos desde el Tajo en el tercer trimestre, ayudarán a sortear los meses de verano. No obstante, la patronal de regantes advertía de que «estas

soluciones circunstanciales deberían venir acompañadas de otras de carácter estructural, como se puso de manifiesto en la Mesa del Agua celebrada en CROEM el pasado 21 de junio». A lo largo del año el Sindicato Central de Regantes ha tratado de conseguir caudales por otros medios, entre ellos el trueque con la cuenca del Segura, cuyas negociaciones también se han alargado. L. O.