«Es el sitio por donde entran muchos turistas a Alicante y está tan sucio que los pasajeros se piensan que hay huelga de basuras. Es patético». Así de rotundos son los taxistas de la parada de la estación de autobuses de Alicante mientras señalan una acera repleta de colillas, papeles, manchas de grasa y hasta vómitos de varios días, sin olvidar lo que se acumula detrás de las grandes piedras situadas en el exterior de la cristalera de la terminal a modo de asientos, donde hay de todo, hasta plátanos tirados.
Lo cierto es que estos días el interior de la estación, que sí está bastante limpia, bulle de actividad con turistas nacionales e internacionales. Pero fuera parece otro mundo. Los taxistas están más que indignados, después de ver cómo «llevan 15 días sin limpiar». «Aquí hay vómitos sin recoger pegados en el suelo que llevan diez o doce días, la acera está muy sucia, sin baldear, y es la entrada de la gente que llega a Alicante y busca un taxi. Los políticos no lo ven, pero esto no lo pueden tener así». Lo certificó una pasajera de Valencia, que llegaba por primera vez a Alicante, «está bastante sucio, no me parece muy buena imagen». Una familia de Madrid criticó el lamentable aspecto.
Cuentan los taxistas que la salida de la estación de autobuses, cuya concesión por un año más aprobó ayer el Ayuntamiento, nunca ha estado así en los cinco años que lleva funcionando. Que se ensuciaba y limpiaban, trabajadores que identificaron como municipales. Sin embargo, la situación cambió por Hogueras. «Nos hemos quejado, pero el Ayuntamiento dice que esto pertenece a la estación, ésta que a la Autoridad Portuaria o al Ayuntamiento, y así estamos». Lo cierto es que la estación ocupa terrenos del Puerto, gracias a una concesión, y que la acera de enfrente, donde está la Casa del Mar, está impoluta.
La mayoría de los veinte taxistas de la parada, que también se quejan del sol que soportan por la deficiente marquesina, están dispuestos a limpiar ellos, «que nos dejen una escoba y una toma de agua. Lo que no puede ser es que estén ahí pegados vómitos más de una semana», que provocan además de mala imagen, desagradables olores e insectos. Criticaron que las trabajadoras de la estación saquen bolsas de basura hacia los contenedores «chorreando» y que no haya ceniceros para colillas.
Precisamente ayer, el tripartito que gobierna Alicante acordó conceder a la UTE de Enatcar y La Alcoyana, que gestionan la estación, la primera de las dos prórrogas previstas en el pliego de condiciones. El tripartito espera que la ciudad cuente en un futuro con la Estación Intermodal. Su portavoz, Natxo Bellido, calificó de poco realista pensar que existirá en pocos años. Habrá que licitar la gestión otra vez en 2019, mismo año que expira la concesión a Masatusa del transporte de bus urbano.
