Un dispositivo integrado por cerca de 1.700 voluntarios está controlando los montes de la provincia durante este verano con el objetivo de prevenir y, en su caso, detectar con la máxima celeridad los incendios forestales que se puedan producir. Ochenta entidades integradas por 1.500 personas dedican sus esfuerzos a la vigilancia, mientras que otras nueve con unos 200 efectivos colaboran en tareas de extinción tras haber superado exigentes cursos de formación. Su participación se antoja este año más necesaria de lo habitual, toda vez que la falta de lluvias ha propiciado que las sierras presenten un estado de extrema sequedad.

El Consell ha incrementado este ejercicio un 21% el presupuesto para la extinción de incendios forestales en el conjunto de la Comunidad Valenciana, lo que ha supuesto alcanzar los 82 millones de euros. En lo que respecta a la provincia de Alicante, son 856 los efectivos que se dedican a esta labor, entre los 736 bomberos y los 120 bomberos forestales asignados a esta zona. La principal novedad es la nueva brigada que se ha ubicado en Xixona, así como la de La Torre de les Maçanes, que ha pasado de ser de corta duración a permanecer operativa todo el año.

En lo que respecta a la vigilancia, el dispositivo dependiente de la Generalitat en la provincia está formado por 122 trabajadores distribuidos en 18 unidades, 4 polivalentes, 3 motorizadas, la de coordinación, la central de comunicaciones y los 13 observatorios repartidos por la Font Roja, Mariola, Coll de Rates, Serrella, Aitana, l'Aixortà, l'Almiserà, Cabeçó d'Or, Cocoll, Reconco, Reclot, Maigmó y Xixona. Además, se cuenta con 64 agentes medioambientales y 10 técnicos de gestión forestal.

Pues bien, todo este dispositivo está reforzado asimismo por un amplio contingente de voluntarios, que colaboran de forma desinteresada para preservar la integridad de los montes de la provincia. De acuerdo con la información facilitada, son 89 las asociaciones de voluntarios que se encuentran operativas este verano, formadas en su conjunto por unas 1.700 personas.

Del total, 80 centran sus esfuerzos en la vigilancia. Por un lado hay 30 entidades de diversa índole, cuyos integrantes controlan las sierras bien en puntos fijos o de manera itinerante. Se encargan tanto de vigilar la aparición de cualquier columna de humo para dar parte de inmediato a los medios de extinción, como también de recorrer distintos parajes informando a los vistantes del comportamiento que deben mantener para evitar cualquier tipo de riesgo. Un ejemplo de la diversidad de este tipo de grupos se localiza en Alcoy, donde colaboran en materia de vigilancia 300 voluntarios del Ayuntamiento, ACIF, Cruz Roja y Radioaficionados 27 MHz-30 Charly Alpha.

A estas asociaciones hay que añadir el medio centenar de agrupaciones de Protección Civil que se hallan repartidas a lo largo y ancho de todas las comarcas alicantinas, que además de llevar a cabo servicios de vigilancia, también pueden prestar un apoyo durante los incendios en aquellas tareas que les sean encomendadas, aunque no en la extinción.

Por último, hay que hacer referencia a las nueve asociaciones de voluntarios que sí que colaboran activamente en la extinción de incendios forestales. Se trata de la Agrupación Contra Incendios Forestales (ACIF) de Alcoy, ACIF de la Marina Alta, ACIF de Salinas, Protección Civil y Voluntarios de Marina Baixa, Protección Civil y Bomberos Voluntarios de la Vila, Associació Benissera Antiincendis, Associació de Voluntaris de Protecció Civil d'Altea, Associación de Voluntarios de Protección Civil Baix Vinalopó y el Club Excursionista de Muro. En conjunto, reúnen a unas 200 personas.

En este caso, y tal y como establece el protocolo de la Generalitat, los voluntarios dedicados a la extinción de incendios deben haber superado unos cursos de formación y capacitación, y además tienen que contar con los equipos y medios materiales necesarios para efectuar los trabajos con unas garantías de seguridad.

De hecho, la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat tiene previsto aprobar una orden en la que se establecerán todos estos requisitos, para la acreditación de los voluntarios como «personal colaborador en la extinción de incendios forestales».