Desde enero lleva esperando Encarni Ivorra a que empasten una muela a su hijo de 7 años. El problema es que el menor sufre una discapacidad intelectual, «por lo que hay que sedarlo ya que se niega a abrir la boca». Una intervención que debe realizarse en quirófano. Actualmente, muy pocos hospitales públicos en la provincia cuentan con las denominadas unidades para pacientes especiales, que interviene a enfermos con algún tipo de discapacidad intelectual sedándolos para poder solucionar problemas de la boca, como empastes, limpiezas o extracciones.
El pasado mes de enero, explica Encarni Ivorra, «cursaron la solicitud y en abril me llamaron desde el Hospital de Sant Joan para decirme que allí no podían realizar la intervención». El problema, según le trasladaron, es que este centro sanitario «no cuenta con UCI pediátrica ante cualquier complicación que pueda surgir durante la intervención, por lo que me derivaron al Hospital General de Alicante». Los meses pasaron sin una solución y con crecientes molestias para el niño.
«En junio, dado que seguía sin obtener respuesta, llamé para quejarme al Hospital General y me recibieron a la semana siguiente». Según denuncia Ivorra, sólo hay un especialista que pasa una vez al mes consulta en el Hospital General para abordar este tipo de casos. «Me dijeron que había 30 personas en lista de espera y que al mes se opera a 8 pacientes como máximo, sin contar con las vacaciones». Echando cuentas Ivorra cree que en lo que queda de año su hijo no pasará por quirófano, por lo que ya ha puesto una reclamación al Servicio de Información y Atención al Paciente.
«No saben si lo que en un principio iba a ser un empaste terminará siendo una extracción debido al tiempo que ha pasado, lo que me parece insólito por un simple empaste». Mientras, el pequeño tiene cada vez más molestias, según lamenta su madre. «Debido a sus problemas tiene un umbral de dolor muy alto y aunque no habla, sé que lo está pasando mal porque no para de tocarse la zona, sobre todo por la noche».
Esta madre lamenta que no tiene otra opción que no sea la Seguridad Social para que curen la muela picada de su hijo. «He intentado llevarlo a un dentista privado, pero es imposible hacer nada, se niega a abrir la boca. Dormirle es la única opción para intervenirle».
