Las dos primeras multas impuestas por la Policía Local de Xàbia a dos bañistas que ignoraron la bandera roja por corrientes, ambas de 750 euros, parecen ser las únicas en lo que va de verano en la costa alicantina puesto que los principales municipios turísticos apenas sancionan a los atrevidos que no hacen caso de la prohibición de bañarse en el mar cuando no está en el estado adecuado pese a que la mayoría de ayuntamientos tiene ordenanzas que penan estas infracciones con entre 751 euros y 1.500 euros. Los gobiernos locales consultados aclaran que no se multa si el bañista desiste, sin entrar a valorar si tiene algo que ver el evitar la mala imagen que las multas pueden dar al turismo.
El hecho es que este año ni Alicante ni Elche han abierto expedientes por bañarse con bandera roja en su litoral, y tampoco en Benidorm y en la costa de la Vega Baja las está habiendo pese a que en playas tan abiertas como La Mata, en Torrevieja, los socorristas no dan abasto y este verano ha habido días que han tenido que sacar a más de 20 personas bañándose en el mar con bandera roja. En Guardamar se da una situación similar y se debe a que sus policías locales son insuficientes para patrullar las playas por las grandes dimensiones de estos municipios.
La ciudad de Alicante fue la primera que multó en la provincia a bañistas por desafiar a los socorristas cuando les invitaban a no entrar en el mar ondeando la bandera roja. Fue en el verano de 2009, a un bañista que se negó a salir en la playa de San Juan, aunque no fue por el hecho en sí sino por desobedecer a los socorristas y con posterioridad a la Policía Local afirmando, según recogió entonces este diario, que se bañaba cuando le daba la gana y que tras 20 años haciéndolo nadie le iba a decir cuándo podía y cuándo no. A este usuario se le aplicó la ordenanza de playas y calas, que data de 2008, año en que se revocó para introducir sanciones tras varios veranos burlando a los socorristas.
En los últimos veranos ha habido pocas sanciones, la última el año pasado a un turista italiano que casi acaba en Comisaría, como explicó el concejal de Seguridad, Fernando Marcos. «Los vigilantes piden primero a la gente que salga del agua y si alguien se resiste lo identifican pero no se les multa si hacen caso. En 2015 sí se multó a un turista que no quería salir del agua». Este año ha habido sanciones por llevar animales a las playas y por pescar en zona de baño.
El coordinador del servicio de salvamento de las playas de Alicante, Miguel Ángel Morales, recuerda perfectamente el episodio con el bañista italiano, multado en 2015. «Iba diciendo que cuánto le iba a costar el baño». Fue multado por desacato a la Policía, aunque también destaca a una madrileña que quería agredir a los socorristas, que parece que luego no fue sancionada. «Pero hay de todo, también alicantinos que se ponen agresivos. Hay algunos conflictivos. La mayoría hace caso a la primera; un 20% les adviertes que hay sanción, hacen caso omiso y cuando llega la Policía dicen que los socorristas no les habíamos dicho nada; y una minoría increpa incluso a los agentes».
Morales reconoció que no se persigue la bandera roja y que las escasas multas por temporada son por resistirse a la autoridad, de menor cuantía, o como ocurrió el lunes en Xàbia al poner en peligro los bañistas a los socorristas.
En el caso de Elche, su ordenanza es de 2010, para seis playas que suman nueve kilómetros. Esa norma municipal contempla multas por bañarse con bandera roja de entre 300 y 1.500 euros. Hace un par de veranos sí que hubo alguna. La Policía Local ha reforzado este año la vigilancia a pie de playa con unidad ciclista.
La ordenanza de playas de Benidorm contempla sanciones por baño con bandera roja entre 751 euros y 1.500, como Alicante. Ni este verano ni el pasado se pusieron, sí hace tres años, a un surfista que la recurrió y ganó al considerarse que no se le podía aplicar la normativa al ser un deportista.
Los ayuntamientos de Torrevieja y Guardamar hicieron pública a principios de temporada de verano una advertencia sobre la posibilidad de sanciones, entre 700 y 1.500 euros, si no se respeta la bandera roja, lo mismo que en la costa de Orihuela y Pilar de la Horadada. Sin embargo, la Policía no da abasto para cubrir playas y ciudad, y los socorristas se las ven y desean para sacar del mar los días de Levante con bandera roja a los bañistas, sobre todo en Guardamar y La Mata. Este verano no hay constancia de multas, pero sí se han puesto por colocar sombrillas en primera línea. En El Campello no hay ordenanza sancionadora. Cuando hay bandera roja dejan bañarse con el agua por debajo de las rodillas, y si alguien se ahonda en el mar es bajo su responsabilidad
