Provocar un incendio de manera intencionada no le sale gratis a los pirómanos. El pleno del Congreso aprobó el pasado año una reforma del Código Penal que endureció de manera notable los castigos. Así, los infractores se exponen a penas de cárcel de entre tres y seis años cuando el incendio alcance especial gravedad y concurran las circunstancias establecidas en el Código Penal, según explican desde el Ministerio de Medio Ambiente.

El cambio normativo contempla además nuevos agravantes «en los casos especialmente lesivos para el medio ambiente, o que sean generadores de un peligro elevado». Además, si los fuegos afectan a espacios naturales protegidos, los pirómanos se exponen también a la máxima pena prevista.

«Dada la complejidad de este tipo de delitos y la necesidad de realizar una investigación lo más ágil posible, la instrucción y el enjuiciamiento de los incendios forestales se encomendará a tribunales profesionales, y se elimina la competencia del tribunal del jurado en el delito de incendios», agregan desde el Gobierno. El CES de la Comunidad, por su parte, destaca que ese cambio en la ley «está recogiendo sus frutos». a. F.