Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La reforma de la A-31 cumple 7 años parada pese a ser un «punto negro» de la red nacional

La carretera soporta un tráfico diario de 60.000 vehículos entre Alicante y Villena

La reforma de la A-31, 7 años parada pese a ser un punto negro

La autovía A-31, en su tramo Alicante-Villena uno de las más transitadas y peligroso de España debido a su condición de nexo de unión viaria entre la Costa Blanca y el centro, ha cumplido este mes de julio siete años con su proyecto de remodelación bloqueado en Madrid. El último tramo que faltaba para licitar las obras fue la declaración ambiental favorable en 2009, pero llegó la crisis y el Ministerio de Fomento archivó el proyecto al no encontrar constructoras que estuvieran dispuestas a asumir la inversión por el denominado «sistema alemán» (la iniciativa privada adelanta las obras y el Estado le paga a plazos).

Hoy, el tramo Alicante-Villena sigue siendo uno de los «puntos negros» de la red viaria española y tiene difícil solución por la falta de diligencia política y falta de presupuesto. La autovía se construyó en los años 80 desdoblando la antigua nacional, y es de las pocas que queda de primera generación. Está mal peraltada y tiene limitada, incluso, la velocidad en algunos tramos a 90 km/hora.

El entonces Ministerio de Medio Ambiente desbloqueó en julio de 2009 el proyecto para remodelar el tramo alicantino de la autovía a Madrid (A-31), en concreto los 73 kilómetros que separan Alicante de Villena, con la publicación en BOE de la declaración de impacto ambiental favorable, documento que se esperaba desde hace dos años y que comenzó a tramitarse en 2004.

Fomento llegó a licitar en 2007 por 395 millones de euros la primera fase del proyecto para remodelar la autovía Alicante-Madrid, que afectaba al tramo Alicante-Bonete (Albacete), con una longitud de 111 kilómetros y, junto a la A-7 de Alicante a Murcia, uno de los corredores viarios que más tráfico de vehículos soporta en España a lo largo de todo el año, al constituir uno de los accesos de Madrid y el centro y norte de España a las playas del Mediterráneo.

La A-31 comienza en Alicante y cruza los municipios de Monforte del Cid, Novelda, Petrer, Elda, Sax y Villena. El proyecto lo iba a ejecutar la iniciativa privada mediante el pago por el sistema de peaje en sombra (la adjudicataria construía la autovía y el Estado le abonaba la tarifa en función del número de vehículos).

Básicamente, se contemplaba la adecuación y reforma del trazado para dotarla de confort y mayor seguridad vial con una velocidad de proyecto de 100 kilómetros a la hora y una reordenación de los accesos. El objetivo era, y es, la remodelación del tramo para ajustarlo a las condiciones técnicas que exige una autovía actual. En principio no se aumentará el número de carriles- dos en cada sentido-, centrándose los trabajos en la mejora de los radios de curva, la eliminación de accesos directos y la modificación de varias vías de aceleración y desaceleración. Los trabajos se dividen en tres áreas: en una primera fase la adecuación, reforma y modernización de la autovía a las características técnicas y funcionales requeridas; en una segunda las obras nuevas necesarias y en la tercera la conservación durante 19 años.

El Consell trató de descongestionar, sin éxito, el tramo final con una autovía Sax-Castalla-San Vicente pero el alivio fue mínimo.

Compartir el artículo

stats