Pese a que el sector turístico está cosechando unos buenos resultados en el presente verano, los locales de hostelería siguen notando las reticencias a la hora de «derrochar» por parte de los clientes. De hecho, según apuntaron fuentes de la Asociación Provincia de Empresarios de Hostelería de Alicante (APEHA), el visitante nacional aún no ha alcanzado los mismos niveles de gasto que antes de la crisis.
En cambio, durante esta etapa estival sí que han notado un aumento en el número de sus clientes. «Vienen mas aunque gastan mucho menos por cabeza que hace diez años», destacaron ayer fuentes de la asociación, que estima que el crecimiento de clientes oscila entre un 5 y un 10%.
Un hecho que en los locales de hostelería de los destinos con playa no pasa tanta factura como en el interior de la provincia. Hay que tener en cuenta que en las ciudades del litoral el grueso de turistas, especialmente este verano, procede de países extranjeros, por lo que los bares y restaurantes de Benidorm o Alicante hacen su agosto gracias al tirón de mercados como el británico, el belga o el francés.
Sin embargo, en los destinos rurales del interior, la gran masa de visitantes llega de otros puntos del país y, en ocasiones, con un presupuesto más limitado. Una circunstancia que provoca que en los establecimientos de estas localidades el turismo siga sin representar un gran aliciente en las ventas en plena época estival, como señalaron fuentes de la asociación provincial.
