Cuarenta años ininterrumpidos al frente de una de las hogueras con más historia de Alicante bien merecen una fiesta sorpresa. La cita fue la noche del pasado sábado en un conocido restaurante de la ciudad. Hasta allí acudió José María Lorente, presidente de Carolinas Altas. Él pensaba que era el «cebo» para una fiesta que un grupo de festeros pretendían darle a su mujer. Sin embargo, el sorprendido fue él. En el salón aguardaban más de un centenar de personas, entre familia y amigos, que pretendían darle el primero de los homenajes que recibirá el veterano dirigente en el próximo año.

Lorente no ocultó su emoción durante toda la noche. Nada más entrar al local, y tras desvelarse la sorpresa, el festero saludó una por una a todas las personas reunidas en el salón de celebraciones. «Se le vio muy emocionado, abrazó a todos, lloró en varios momentos de la noche e incluso tuvo que apartarse durante algunos minutos para intentar bajar las pulsaciones», contaba ayer uno de los asistentes, entre los que destacaban el presidente de la Federació, Manuel Jiménez; el artista Pere Baenas, que seguirá levantando el próximo año el monumento en Especial, y el exvicealcalde y exdirigente de la Gestora, Andrés Llorens, entre otros. De las intervenciones, Jiménez se llevó un encargo: trasladar al alcalde de Alicante la petición de que José María Lorente tenga una calle como recuerdo a su dilatada y exitosa trayectoria en la Fiesta.

Y tras el primer homenaje, el próximo año tendrá lugar el acto principal. Está previsto que sea de «puertas abiertas» y en el propio distrito de Carolinas Altas.