Los incendios forestales se convierten todos los veranos en un quebradero de cabeza para las administraciones públicas y los municipios de montaña de la Comunidad. Pese a las campañas de prevención, el endurecimiento de la legislación y la ampliación de medios materiales y humanos para prevenir el fuego, los datos siguen siendo demoledores. La mitad de los incendios forestales que se producen en la provincia son intencionados y más de una cuarta parte se deben a negligencias. Así consta en la Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de la Comunidad Valenciana de 2015, publicada recientemente por el Comité Económico y Social (CES) autonómico.

Según los datos aportados por la Dirección General de Prevención de Incendios Forestales, dependiente de Presidencia, el pasado año se registraron 89 fuegos en las comarcas alicantinas. De ellos, 46 se provocaron a propósito, 25 se causaron por negligencias, 10 se debieron a rayos, seis se achacan a otras causas y dos tuvieron un origen desconocido. «Sigue constatándose, a pesar de las modificaciones introducidas por la legislación penal sancionando con penas severas los actos intencionados, que los incendios de índole intencionada siguen ocupando los primeros lugares en la casuística de los incendios», reza el prolijo informe del CES.

El pasado ejercicio fue especialmente negro en la provincia. Pese a que en Valencia se contabilizaron un total de 140 incendios forestales, 51 más que en Alicante, la superficie arrasada por el fuego fue netamente superior en las comarcas alicantinas. En total se quemaron en Alicante 1.804,86 hectáreas de las 2.371,77 que quedaron arrasadas en toda la Comunidad durante 2015.

El peor siniestro se produjo en la Marina Alta. Concretamente, en La Vall d'Ebo. El 14 de mayo se originó un fuego a causa de una negligencia que se saldó con más de 1.715 hectáreas quemadas: la inmensa mayoría de superficie rasa y 93,71 hectáreas de zona arbolada. Pese a que la superficie arrasada por los incendios forestales fue el pasado año la más elevada de la última década en la provincia, el número de fuegos decretados fue menor en comparación a otros años. Así, las estadísticas recogidas por el CES revelan que no se contabilizaba una cifra tan baja de fuegos en la provincia de Alicante desde 2008, cuando se registraron 84.

Parques naturales

El informe del CES también recoge los incendios que se contabilizaron a lo largo del pasado año en los parques naturales de la Comunidad. Hubo un total de 21 y «sólo» cinco fueron intencionados. En la provincia hubo dos. Uno en la Sierra de Mariola, causado por un rayo y con 0,1 hectáreas quemadas; y otro en las Salinas de Santa Pola, provocado a propósito y con 0,73 hectáreas arrasadas.