La puesta en servicio de la alta velocidad ferroviaria entre Alicante y Madrid ha hecho que la línea del AVE gane un millón de pasajeros al año pero, básicamente, se trata de viajeros nuevos. A pesar de que, indudablemente, el tren ha quitado algo de tráfico, la carretera sigue siendo la plataforma más utilizada para los viajes entre Alicante y Madrid al absorber el 60% del tráfico total. Un 20% viaja en tren y el otro 20% en avión, aunque fundamentalmente en enlaces para conectar con otros vuelos vía aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas. La falta de una buena conexión ferroviaria Madrid-Benidorm también presiona a la carretera.