Ni un nuevo pub, velador o bar con música podrá abrir desde ahora y por un periodo de un año, prorrogable a otro más, en el centro tradicional de Alicante y tampoco en el Barrio, tal y como solicitaban los vecinos, que llevan años presentando denuncias por el ruido que les impide descansar y medidas como la declaración de zona acústicamente saturada y el traslado fuera de ambos núcleos de pubs y discotecas. El acuerdo de suspensión en la tramitación y otorgamiento de licencias para la construcción de edificaciones, ampliación de las existentes o de acondicionamiento para acoger pubs, restaurantes, bares, cafeterías y salones, salas de fiesta, discotecas o salas de baile así como otros recintos de ocio es una decisión del tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Alicante que formaliza los trabajos que se avanzaron en la Mesa del Ruido, y que, según destacaron ayer tanto el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, como el portavoz del ejecutivo, Natxo Bellido, cuentan con la aprobación de las asociaciones de locales de ocio.
La suspensión de licencias, que entra automáticamente en vigor tras su aprobación ayer en la Junta de Gobierno, supone la modificación de dos artículos del planeamiento, el 48 del Plan Especial del Casco Antiguo y el 22 del Plan Especial del Centro Tradicional, y lo hacen con una salvedad que introducen los técnicos municipales, y es que afecta a todo recinto con ambientación o amenización musical, por lo que las licencias para establecimientos sin música seguirán los cauces habituales. Así lo explicó ayer Pavón, quien añadió que antes de que acabe el primer año de suspensión de licencias, deberá someterse a exposición pública esa modificación del planeamiento para prolongarla otro año, tal y como marca la ley. Esto lleva aparejado, indirectamente, que no se concedan nuevos veladores para este tipo de actividades «que generan problemas de ruido».
La suspensión de licencias también afecta a casinos, salones de máquinas de azar y bingos siempre que tengan ambientación musical. Una regulación de uso terciario para «minimizar las molestias de toda índole que puede ocasionar la concentración de las actividades referidas», según reza en la propuesta de acuerdo.
«Es una medida en la que están de acuerdo vecinos y hosteleros por la saturación que existe, y pretende evitar que el problema se agrave», indicó Pavón. Es el primer paso, afirmó el edil, para modificar el planeamiento y que tenga efectos la generalización de una medida que fue propuesta por la asociación de vecinos Laderas del Benacantil para una zona del Casco Antiguo muy saturada, y que finalmente se ha extendido al centro histórico, cuyos vecinos denunciaron que 47 bares y pubs del entorno acumulan más de diez denuncias cada uno por ruido.
La actuación viene a completar otras anteriores como la restricción en la ampliación de los horarios de verano de los establecimientos de hostelería que acordó el tripartito, que en el caso de los bares y restaurantes supone un adelanto en el cierre de 40 minutos con respecto a la pasada temporada estival y en los pubs de 10 minutos. Horarios que, no obstante, aceptaron ampliar con respecto al invierno por el carácter turístico del municipio.
La próxima actuación pasa por la elaboración del Mapa del Ruido sobre la contaminación acústica en la ciudad, del que se encargará la Concejalía de Medio Ambiente, aunque los trabajos y el presupuesto se dejarán para 2017, según anunció ayer el vicealcalde.
Por otra parte, la Junta de Gobierno aprobó ampliar desde el 3 de agosto hasta el 15 de septiembre el plazo de información pública de la versión preliminar del Catálogo de Protecciones de Alicante para presentar alegaciones, atendiendo parcialmente una reclamación de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la provincia (Provia), que quería que el plazo se prolongara hasta el 30 de septiembre. Inicialmente se aprobó la exposición pública por 45 días de este documento, que incluye 811 inmuebles, espacios naturales, paisajes y arbolado, entre ellos el entorno de las Lagunas de Rabasa, y que es el primer eslabón del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Alicante.
