Iberdrola Distribución ha revisado durante los seis primeros del ejercicio más de 5.300 kilómetros de sus líneas eléctricas en la provincia de Alicante para reforzar la seguridad de suministro y con el objetivo último de seguir mejorando la calidad del servicio que ofrece. La compañía ha inspeccionado líneas de muy alta, alta y media tensión de cara a garantizar su fiabilidad y funcionamiento en las mejores condiciones frente a las inclemencias meteorológicas.

De esta manera, Iberdrola revisó hasta junio 970 kilómetros de líneas aéreas, así como otros 920 kilómetros de líneas subterráneas. Además, analizó utilizando termografía 670 kilómetros y ha realizado labores de poda y mantenimiento de pasillos eléctricos a lo largo de más de 107 kilómetros.

Las revisiones de las líneas aéreas está orientada a detectar posibles anomalías en los elementos que componen este tipo de instalaciones: aisladores, conductores, herrajes, apoyos... dañados por rayos, arbolado, obras de construcción o edificaciones próximas, entre otras causas. El análisis de 670 kilómetros de líneas por infrarrojos consiste en el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas mediante cámaras termográficas transportadas en helicóptero o por un equipo de operarios a pie.