El consejo de administración del Puerto de Alicante acordó ayer adjudicar a la mercantil Plusmarino SL -mercantil en la que participa, entre otros, la firma de calzado de Elche, Panamá Jack- la explotación de un gastrobar en el antiguo edificio de Sanidad del Puerto, frente al Club de Regatas. Finalmente, no habrá outlet de calzado como pretendía inicialmente la mercantil, porque el plan especial portuario sólo contempla el uso hostelero (con el tiempo se deberá modificar para ampliar prestaciones), por lo que la empresa no podrá hacer lo mismo que tiene en el parque industrial de Torrellano. No se descarta, no obstante, que pueda haber vitrinas con expositores de calzado pero sin venta. Será un negocio hostelero y de restauración con un periodo de concesión de 20 años renovables por otros cinco más a razón de 40.000 euros al año y las obras de reforma necesarias para acondicionarlo.

El consejo, al que faltaron el alcalde Gabriel Echávarri y los concejales Nacho Bellido y Miguel Ángel Pavón, al coincidir la sesión con el Pleno, aprobó la adjudicación con todos los votos a favor salvo el del consejero por UGT, Carlos Bonet, que había planteado ubicar allí un museo. Por otro lado, el consejo dio vía libre a la concesión por cuatro años del parque infantil ubicado frente al parque Canalejas, que hasta ahora funcionaba con permisos.

Hasta su cierre, el edificio de Sanidad del Puerto tuvo dos funciones. En un principio se utilizaba como centro de vacunación internacional. Los alicantinos que pensaban realizar un viaje a un punto del planeta donde era necesario vacunarse recibían allí la dosis. En los últimos años sirvió también para la Policía de Aduanas destruyera en su interior los alijos de droga incautados por las fuerzas de seguridad.

Siguen sin salida otros edificios del Puerto vinculados al ocio. Se trata, por ejemplo, de los locales que hay frente a la sala de exposiciones de la Lonja del Pescado que fracasaron como pubs y un par de locales en el exterior del complejo Panoramis, donde siguen paradas las obras del mercado El Muelle.

La transformación del edificio de Sanidad en un gastrobar ha levantado cierta polémica en el propio consejo de administración, ya que hay consejeros que no compartían el paso adelante dado por los gestores de los muelles. En concreto, Carlos Bonet, consejero por UGT, trató hasta el final de aplazar la operación y reclamó, para ello, el respaldo de la Diputación. «Me parece complemente lícito que el Puerto haga los movimientos que crea oportunos para sacar rentabilidad pero no comparto que sea a cuenta de vender zapatos». Bonet votó ayer en contra, algo que ya sabía el presidente. «Mi propuesta pasaba por destinar el edificio a acoger un museo de la ciudad». Bonet había contactado con el Marq ya que hay fondos de sobra en sus almacenes para equipar el ya fallido museo.