Echávarri aclaró ayer que la reorganización de los servicios del Ayuntamiento tardará unos dos años y que se estudiará la eficiencia de cada euro que se invierte en ellos. Su idea es que el presupuesto municipal de 2017 se haga en base a los servicios que se ofrecen, y no aumentando o disminuyendo partidas. También se estudiará si el personal es el adecuado, y las fortalezas y debilidades de la organización municipal «para que el Ayuntamiento deje de ser un monstruo y se sea un animal de compañía agradable para el que quiera venir».