Un estudio difundido hoy por la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana cifra en 56,5 millones de euros el impacto económico de la actividad cinegética en la provincia de Alicante.

El informe "Impacto socio económico de la caza en la provincia de Alicante" es el primero que analiza datos de dieciséis subsectores económicos que se benefician de esta actividad, entre los que destacan el cárnico, seguros, automoción, restauración o armero, con datos relativos a 2013.

"Por primera vez podemos valorar y cuantificar la riqueza que genera la actividad cinegética en distintos ámbitos de la provincia de Alicante, desde los seguros a la restauración, pasando por la administración encargada de expedir las licencias de caza o de armas o todos aquellos relacionados con el cuidado de nuestros perros", según el presidente de la Federación autonómica, Vicente Seguí.

En el estudio destaca el perro de caza, considerado un compañero imprescindible por la mayoría de los cazadores, que genera un impacto económico en proveedores de servicios o alimentos de 13,6 millones de euros y es una de las inversiones más importantes para sus dueños.

El informe estima que en la provincia de Alicante hay 48.000 perros de caza y cuantifica tanto el precio de compra -que oscila entre los 50 y 3.000 euros-, como el desembolso anual en vacunas, identificaciones o alimentación.

También se enumeran 66 rehalas de perros utilizadas en la caza mayor.

Estas rehalas suponen una inversión de 1,6 millones de euros, incluyendo los gastos de su puesta en marcha y mantenimiento anual, que ronda los 20.000 euros para cada una de ellas.

En cuanto a las capturas -386.000 de caza menor y 6.300 de mayor- alcanzaron un valor global de casi 7,1 millones de euros. De ese dinero, 6 provienen de la menor, que incluye especies cinegéticas como el zorzal común o el conejo, que en conjunto representan el 70 por ciento de los animales capturados.

Otras especies de esta modalidad, la más practicada en general, son la perdiz o paloma torcaz.

El millón de euros restante lo genera la caza mayor, con el jabalí como principal especie cinegética, con 3.500 capturas, casi el 55 por ciento del total, y por lógica el que mayor valor aporta con su carne, 724.000 euros, que suponen el 69 por ciento de la caza mayor. Esta modalidad de caza engloba, además, al zorro, arruí, muflón o ciervo.

Las licencias por tenencia de armas y licencias federativas, éstas últimas expedidas por la Federación de Caza, suman casi 900.000 euros.

Por su parte las 16.000 licencias de caza, con armas, sin armas y para rehalas, supusieron a la administración otros 224.000 euros de recaudación mientras que los seguros de Responsabilidad Civil asociados a cada licencia supusieron para este subsector otros 642.000.

En armas y cartucherías los cazadores alicantinos se gastan 2,9 millones de euros, que se suman a los 645.000 de los complementos textiles y otros accesorios necesarios para la práctica de la caza.

Y finalmente el sector de la automoción y de la energía obtienen unos 10,9 y 3,6 millones de euros, respectivamente. Los datos obtenidos en este caso proceden de otros estudios nacionales que estiman que el 5 por ciento de las ventas de todoterrenos están relacionados con la caza, y esta práctica suele implicar desplazamientos importantes en muchos casos, según ha informado EFE.