El president de la Generalitat, Ximo Puig, se ha comprometido a que la próxima edición de la Vuelta al Mundo a Vela (Volvo Ocean Race), que por cuarta vez consecutiva saldrá de Alicante en 2017, estará "bien gestionada" y será un ejemplo de que "desde lo público se puede ser muy eficiente".

Así lo ha dicho durante la presentación de las líneas de actuación para la próxima edición 2017-18, que sucede desde el puerto alicantino a las de 2008-09, 2011-12 y 2014-15 y será previa a las ya comprometidas de 2020-21 y 2023-24, en un acto con el director general de la regata, Mark Turner, y el alcalde alicantino, Gabriel Echávarri, entre representantes de la sociedad civil y económica de la provincia.

La Vuelta al Mundo a Vela es el único gran evento que sobrevive de la etapa del PP tras la llegada del nuevo Consell.

Tras hacer énfasis en el esfuerzo autonómico en costear la prueba en un momento de "enormes dificultades financieras", Puig ha situado a la Volvo Ocean Race como un "proyecto a largo plazo que va más allá de quien gobierne" porque "forma parte de la imagen y del futuro" de la ciudad de Alicante.

Ha destacado que mantener a la Comunitat como puerto de salida es "una apuesta segura" porque ayudará a "recuperar la reputación" de los valencianos y generará beneficios sociales y económicos al ser "mucho más que una regata".

Además, está convencido de que ayudará a situar en este espacio la "capitalidad del Mediterráneo", y gracias a que será "bien gestionada" demostrará que "desde lo público se puede ser muy eficiente" para "sacar todo el producto posible a esta operación colectiva".

El jefe del Consell ha informado de la reciente constitución de un comité conformado por instituciones públicas y privadas para aunar esfuerzos.

El director general de la prueba, Mark Turner, ha afirmado estar "encantado" con la firma del protocolo con la Generalitat para asegurar las ediciones de 2020 y 2023, así como que Alicante siga con la sede de la organización y el Museo.

También ha agradecido el esfuerzo del Ministerio de Economía por autorizar beneficios fiscales para las empresas patrocinadoras al considerar el evento de especial interés, y ha dicho que esto es "clave" para la sostenibilidad económica de la competición.

Turner ha recordado que, según los resultados de una conocida empresa auditora, las tres primeras ediciones han dejado un impacto económico de unos 300 millones de euros en la Comunitat Valenciana, a los que se suman otros 50 en el resto de España, y han permitido la creación del equivalente a unos 5.000 empleos a tiempo completo.

Por su parte, el alcalde alicantino, Gabriel Echávarri, ha agradecido la apuesta de la Generalitat por la prueba, "una decisión acertada", y ha confiado en "alargar los beneficios económicos y que toda la ciudad viva y disfrute de la regata".

Se ha mostrado convencido de que la Volvo será un ejemplo de sostenibilidad medioambiental y económica y que, a diferencia de la etapa del PP, será noticia por los aspectos deportivos y no "por las proezas en las alturas de las facturas" de los anteriores gestores, según ha informado EFE.