Las fiestas de Moros y Cristianos de 2016 son ya historia. Las embajadas y capitulaciones mora y cristiana en el castillo festero y los alardos pusieron fin a una edición que ha superado las expectativas, con una exhibición en los boatos y un lucimiento que recordaba a las ediciones de antes de la crisis. En ello tuvieron que ver también el buen hacer de los capitanes de ambos bandos, Francisco Javier Bernabé por el moro, y Melchor García por el lado cristiano.

Este año, además de los desfiles del bando moro y cristiano, que atrajo la visita de miles de personas al barrio alicantino, destacó el gran ambiente en los cuarteles durante todas las noches de una fiesta que tuvo a la chef Susi Díaz como pregonera. Los cuarteles ocuparon numerosas calles del barrio de San Blas y en el parque ha estado este año el cuartel general de los Moros y Cristianos.

Las fiestas de San Blas nacieron hace 73 años al amparo de las Hogueras, por lo que cuentan con una prolongada historia, a la que quieren dar mayor esplendor. El siguiente paso será la restauración de los tres cuadros que Gastón Castelló pintó en 1959 por encargo de las comparsas y que son imagen de sus embajadores.